Necesitas olvidarte del pasado, tenemos que hacer exactamente lo mismo que Dios hace con nosotros, Él se olvida de lo que nosotros hicimos, de lo que quedó atrás; imagínate que el Señor se mantuviera recordando continuamente todas las acciones ofensivas que nosotros cometimos en contra de Él. 

El problema con nosotros como humanos es que continuamente nos acordamos del pasado, de las ofensas que los demás cometen hacia nosotros, los pecados que los demás hacen hacia nosotros, cuando alguien nos insulta, el que alguien habla mal de nosotros. Y lo estamos recordando continuamente y por esa razón no podemos vivir en paz, en tranquilidad, por esa razón no podemos extendernos hacia el futuro.

Por ese motivo muchas personas están estancadas en su pasado, están detenidas en su pasado, y hoy por medio de la Palabra de Dios vengo a decirte, por medio de Él vengo a decirte Olvídate de tu pasado, Dios no se acuerda del pasado, imitarlo y haz exactamente lo mismo que hace Dios. 

En el siguiente punto quiero hablar sobre algo que es importantísimo, ¿por qué Dios decide olvidar el pasado? La razón es simple y es importantísimo por amor del mismo, cuando tú tienes amor por ti mismo, cuando tú te amas lo suficiente, das vuelta la página, olvidas el pasado, no te mantienes en tu mente continuamente los pecados de lo que los demás hicieron hacia ti por amor de ti mismo.

Si continuamente estás atorado en tu pasado no podrás encontrar la felicidad, si continuamente estás estancado en algunas circunstancias que viviste en el pasado, en el maltrato que recibiste de tu padre, de tu madre, en el abuso del tío cuando te mantienes atorada o atorado ahí en el pasado, nunca podrás encontrar la felicidad, la plenitud, la alegría, el gozo, la satisfacción de la vida; por eso es que Dios hoy te quiere decir, olvida el pasado, Dios se olvida del pasado, y debes imitarlo.

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, hoy te quiero dar las gracias mi Dios, por quien nos das la oportunidad de aprender de tu Palabra y una palabra tan importante y es una de las mejores prácticas que tú haces y es la de olvidar el pasado, no recordar más nuestras ofensas, no recordar más nuestros pecados, ¡qué saludable es eso! ¡Cuánta sabiduría hay en esa enseñanza, mi Padre! Y es tuya y no la enseñas.

Pero nosotros como humanos, nos aferramos tantas veces a nuestro pasado, nos aferramos tantas veces a nuestro dolor, nos atamos a una ofensa que alguien nos hizo, un pecado que alguien cometió en contra de nosotros.

Señor amado, hoy queremos aprender de ti, queremos, que cada persona que está nos está leyendo, puedas darles herramientas para poder activar esto en sus vidas y puedan encontrar la verdadera plenitud, la verdadera felicidad, la verdadera paz, el verdadero gozo, por amor a ti mismo lo haces. 

Amén y amén.