Quiero que descubras y sepas el poder, el potencial que hay en tus manos. Pero, antes vamos a imaginar que tendrías que escribir un libro acerca de tus manos y las acciones de ellas; no sé si quieres pensar en un libro, en un documental, en una película o un reportaje sobre la vida de tus manos.

Y como todas las manos de todas las personas, empezaría este documental, digamos, con un puño cerrado cuando somos pequeños y nacemos, después seguramente tendrá una toma de un de ese puño cerrado, está apretando el dedo de mamá o más adelante creciendo esas manitas, están recargándose sobre el sofá en la sala que están intentando poner de pie a un cuerpecito de un año, que apenas va a aprender a empezar a caminar o tal vez tomando los primeros juguetes, llevándose los a la boca.

Y hasta ahí, la historia de todas las manos del mundo es y sería la misma. El documental, la película, el libro, el reportaje, sería igual. Pero, más adelante y conforme vamos creciendo, cada una de cada par de manos va tomando su propio camino, sus propias decisiones y acciones.

Si tú tuvieras que mostrar, seguramente estarías orgulloso de mostrar varios momentos de tus manos. Por ejemplo, cuando las extiendes para colocar el anillo sobre una persona proponiéndole matrimonio, casándote con ella, tal vez curando una herida, un médico o una enfermera, estaría orgulloso, se sentiría feliz de mostrar en ese documental, en ese libro o en esa película, cuando está curando una herida, está haciendo una cirugía.

Alguna persona dirá un chef o una madre ama de casa, se sentirá orgullosa de poner ahí, en ese documental, una escena donde están preparando alimentos con amor, con pasión, con entrega para su familia, para que a la hora de la cena todos juntos compartan a la mesa.

Así que, yo creo que cada uno de nosotros tendría momentos de los cuales nos sentiríamos muy orgullosos, muy felices, muy contentos de contar mucho por ofrecer; y habría algunos otros momentos, seguramente que no nos gustarían mostrar. 

Lo importante de esto, es enseñarles y decirles que hay un poder muy grande en nuestras manos; tienen mucho por dar, aportar y por hacer. Pero, ojo con lo que te voy a decir, deja estas manos tuyas y las manos de tus hijos déjalas indisciplinar y se convertirán en armas que arañan en busca de poder.

Al final, el capitalismo, que hacen daño, que engañan, que mienten con tal de ganar más en los bolsillos o tener más poder sobre otros, o tener más autoridad. Deja las manos sin disciplinar y se convierten en armas de destrucción; pero debes educarlas, porque esas manos serán un instrumento de gracia, no serán solamente algunas herramientas en las manos de Dios, sino que serán las mismas manos de Dios.

Las manos tuyas, tienen un poder impresionante porque están más diseñadas para dar que para recibir, están más diseñadas para aportar, para hacer que para agarrar y para retener. Pero hay personas que han usado las manos para jalar hacia ellos, para retener hacia ellos. 

¿Qué estás dando, amigo?, ¿qué estás haciendo con tus manos?, ¿qué se dirá en el documental cuando ya esas manos lleguen a tener 80, 90 años? Ayer pensaba tanto en esto, porque ayer llegó mi abuelo de Chicago de visita. Si bien es cierto, nunca tuvimos con él una relación tan cercana porque lo encontramos apenas hace unos 10 años atrás, él se vino para los Estados Unidos, dejó sus hijas allá en México, no lo conocíamos.

Pero ayer yo pensaba porque ayer le celebramos 82 años de vida, El viejo está tremendo, con vigor, con fuerza, con energía, fueron a recogerlo mi mamá y mi tía al aeropuerto y lo querían ayudar agarrándole la mano y su respuesta fue ‘eso dejenselo a los viejos’ y se puso a correr sobre el pasillo. Entonces me pongo a pensar y digo las manos de mi abuelo que dirá la historia de esas manos. Sé que seguramente hubo muchos errores, pero para estar ahí a esa edad también sé que tuvo sus aciertos. 

Las manos de ustedes, si las miran, denotan la edad de inmediato; algunas ya se van poniendo más arrugadas, algunas se van manchando con la edad, con el tiempo, algunas están más gastadas debido al trabajo que han aportado, que han hecho, algunas manos estarán orgullosas de decir ‘yo construí ese edificio’, ‘mis manos estuvieron en esa otra clínica’.

Hay muchas cosas que nos darían alegría, pero algunas otras que no tanto y hoy por eso quiero darte este mensaje; descubre y entiende el poder que hay en tus manos. Si quieres ver tu fuerza aumentada y multiplicada, tienes que ser una persona limpia de corazón, de espíritu, del alma, de tus emociones, sana, sin heridas, sin dolor, sin resentimientos, sin egoísmos, sin envidias, sin celos, sin coraje, sin enojos. Una persona limpia porque los limpios de manos aumentarán la fuerza. 

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, hoy quiero darte las gracias por la oportunidad que nos das, de compartir tu bendita palabra.

Señor amado y aprender de ella nos hace tanto bien, nos inspira, nos levanta, nos inyecta ánimo, energía, fuerza, esperanza. Saber que nuestras manos están diseñadas para dar, para aportar, para accionar y saber que Tú las fortaleces cuando estas son limpias, limpias en acciones.

Padre Celestial, descubrí que también pueden convertirse en armas de destrucción que asfixian a las personas, en armas de destrucción que pueden sofocar a otros, para sacar de ellos beneficios y explotar.

Hoy, te entregamos nuestras manos y las consagramos a ti, decidimos bendecir para el servicio tuyo, para la obra tuya, para hacer extender tu obra a tu Reino, para poder hablar acerca de tu Nombre, para que las personas puedan leernos a nosotros, Señor, y puedan darse cuenta, que somos un reflejo, un reflejo tuyo, Padre. 

Queremos ser como Jesús, quiero ser como ese ejemplo, como ese modelo, quiero que en nuestras manos vean el reflejo de tu amor, quiero que mis manos sean tus manos, que abrazan en el momento de dolor, de tristeza, que consuelen, que acarician con amor a los hijos, a la gente cercana, que animen a las personas que están desgastada, que levanten a la persona que está deprimida, quiero que mis manos sean tus manos, hoy las consagro a ti, hoy te las dedico a ti, los de manos limpias se vuelven cada vez más fuertes.

Ese es el poder que hay en nuestras manos, ese es el poder que Tú nos has dado. Señor hoy te damos las gracias, en el nombre de Jesucristo de Nazaret. 

Amén y amén