1 Juan 5:4 'Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe'.

Muchas veces nos impacienta nuestra propia vida, dominar un hábito, controlar un pecado y la frustración comienza a preguntar ¿dónde está el poder de Dios?, ¿cómo hago para poder vencer esta situación? El señor está usando las dificultades de hoy para fortalecernos mañana.

Amigos, Dios nos está equipando para la victoria de mañana, el espíritu de Dios vive en nuestro corazón, nos hace una persona pura, poderosa, única, especial y diferente del promedio, por eso debemos hacer lo correcto, porque Dios se va a encargar de que tengas la fuerza para llevar mucho fruto.

El poder de Dios está depositado en la Biblia, pero se manifiesta solo cuando esa palabra se cree, superamos cualquier dificultad cuando vencemos con la fe, muchas personas cometen el error de hacerlo en su carne.

Las personas que no obran la fe, leen la Biblia, pero sin practicarla o vivirla, seguramente serán vencidos, pero los que han nacido de nuevo, creen en la palabra y obran; manifiestan la fe y vencerán al mundo por su propia fuerza y el espíritu santo de Dios que vive en nuestro interior, un poder especial en nosotros. 

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, en este día queremos agradecerte por la vida que nos permites tener, las oportunidades que nos das, bendecir a todas aquellas personas que han comprendido que lo que es nacido de Dios vence las dificultades, tentaciones y al mundo.

Queremos orar por todos aquellos jóvenes que vienen con energía, fuerza, deseo de crecer, servir y se entregan apasionadamente a ti señor; hoy bendecimos al cuerpo de Cristo.

Hoy señor declaramos que será una semana de mucha bendición, avance y crecimiento para tu iglesia, creemos en el poder que hay en ti y que todos los que hemos nacido de Dios, tenemos el potencial de vencer al mundo por medio de nuestra fe y del espíritu santo que vive y habita en nuestro interior.

Te damos gracias en el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!