Proverbios 2:6 'Porque el Señor da la sabiduría; la ciencia y el conocimiento brotan de sus labios'.

Uno de los beneficios más grandes que existe cuando tenemos una relación continua con Dios, una comunicación profunda de pensamiento y meditación con Él, sabiendo que está contigo en todo momento, dándole gracias por el día y diciéndole, ‘Señor, no quiero salir un día sin tu presencia y compañía’.

Cuando estás en continua comunión con Él, el beneficio más grande que existe es su apoyo incondicional, te da ideas celestiales. Regularmente enfrentamos dificultades, complicaciones, cuando nos encontramos en aprietos, no sabemos que decidir, qué opción tomar, preguntándonos continuamente qué nos gustaría lograr, hacer, tener y muchas veces sin saber decidir, qué es lo mejor para nosotros.

Queridos, cuando estamos en continua relación con Dios, brotan esas ideas en nuestra mente, son ideas invisibles, ideas que aparecen en un destello, esas son las ideas celestiales, pensamientos que Dios hace aparecer nos da la capacidad de resolver las cosas que veíamos imposibles.

La comunión continua con Dios nos asegura y garantiza que Él va a cuidar hasta de los detalles más pequeños de nuestra vida, de las cosas que no vemos, ya preparó lo que va suceder en tu vida en tres meses, en un año, él ya lo hizo.

Dios espera que tu tengas comunión con Él y sobre todo que tu honres su presencia y respetes la compañía que te ofrece, haciendo que broten esas ideas celestiales, respuestas divinas, pensamientos que vienen desde el cielo.

Es al Señor al que tenemos que estar escuchando, acercarnos y decirle, ‘Señor, necesito de ti, necesito de tu sabiduría, tu inteligencia, tu conocimiento’.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, queremos darte las gracias por la vida señor, también porque nos permites conocer tu palabra y saber lo que en ella está escrita.

Dios, hoy nos has enseñado que la sabiduría viene de ti, el conocimiento, la inteligencia brotan, brotan de tus labios y queremos que ideas celestiales vengan a nuestras mentes, a nuestros pensamientos, para que nos ayuden a sacar adelante las situaciones que enfrentamos.

En el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!