Salmos 23:4 (RVR1960) Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Cuando me enfrenté y literalmente caminé por el valle de la muerte, prácticamente la muerte caminó muy cerca de mí, la sentí, la olí y la viví. En ese momento lo había perdido todo, perdí a mi bebé, toda la esperanza y de ahí inició un tormento.

Lo único que me acuerdo es que, derrame mi corazón delante de Dios, en tiempo a solas con Él, comencé a decirle cómo me sentía, cómo estaba tan angustiado, empecé a decirle en oración que me sentía abandonado y comencé a derramar mi corazón delante de Él y después de un buen rato, el Señor me preguntó: ¿no te soy suficiente? 

Ahí se me acabaron todos mis argumentos, todos los reclamos, se terminaron todos los sentimientos de soledad y de abandono, se terminó absolutamente todo, con una sola pregunta que Él me hizo.

Después de esto, queridos amigos, entendí que a Él lo podemos buscar en cualquier momento, en cualquier lugar, el Señor no se va a negar a escucharnos, todo lo contrario, Él quiere tener comunicación con nosotros.

Yo sé que a veces nos abrumamos por problemas, nos enfocamos tanto en nuestras tareas y metas por lograr, nos metemos en complicaciones donde nadie nos llamó. Aunque tengamos esos sentimientos de derrota o de soledad, no se preocupen amigos míos, porque como dice el salmista, aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Si lo tenemos a Él, ya es suficiente, porque el Señor es la fuente divina de todo, en Cristo encontramos lo que necesitamos. Queridos amigos, si recientemente están pasando por una situación muy abrumadora o por un valle de sombra y de muerte, hoy Jesús te hace la misma pregunta que a mí me hizo: ¿no te soy suficiente?

Respóndele a Él, dile a Él, porque debemos comprender y aceptar que Él es suficiente, así lograremos recibir ese aliento que tanto necesitamos, aunque perdamos algo valioso, lo tenemos a Él. 

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús, te damos gracias por un día más de vida. Tu palabra nos enseñó que, aunque estemos en el momento más trágico en nuestra vida, tú eres suficiente Señor

A veces queremos una respuesta distinta, para que cambies todo de la noche a la mañana. Estamos acá para decirte SÍ, tu sí eres suficiente, mi Dios,

En el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!