Salmos 29:11 (NTV) El Señor le da fuerza a su pueblo; el Señor lo bendice con paz.

La paz es una cualidad o una característica que Dios le da a los suyos, a los que creen en Él, a los que leen su Palabra, Él bendije a su pueblo y los bendice con paz.

¿Sabes qué es lo que más carece en nuestra sociedad actual? Es algo que se logra a ver de manera global, con las guerras, los conflictos, la falta de acuerdos entre las naciones, es debido a que no tienen paz. Los países prefieren armarse con toda su artillería pesada, se preocupan más por su armamento y no en sus acuerdos entre naciones.

Sin embargo, así como las naciones se arman con su mejor equipo, así hay familias y personas que buscan adquirir armas aún más letales, como la venganza, la envidia, el ataque, la difamación, la envidia, entre otras, y eso es la consecuencia de la falta de paz.

Pero si nosotros somos verdaderos seguidores del Señor Jesucristo, hay una promesa maravillosa para todos nosotros Salmos 29:11 (NTV) El Señor le da fuerza a su pueblo; el Señor lo bendice con paz.

La paz es algo inexplicable, que, sin importar los conflictos a nuestro alrededor, nosotros tenemos la bendición de la pasa, la tranquilidad, confiando que Dios tiene todo bajo control, que no estamos sueltos a la deriva, estamos en las manos de Dios, y Él nos guarda y nos cuida. Debemos apropiarnos de esta promesa tan maravillosa.

La bendición con paz de parte de Dios es un regalo, es una mercancía, la cual está escasa a nivel global. La paz hoy la encuentras en diminutas cantidades, por la cual todos se pelean y quieren adquirirla y a nosotros, Dios no la regala como una bendición, la desperdiciemos, no se la entreguemos al mejor postor, nuestra paz el Señor nos la entrego, sin importar lo que digan de ti, al enemigo, el diablo, más lo confundimos si tenemos paz en nuestros corazones.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, gracias por un día más de vida y por permitirnos conocer más de tu maravillosa palabra.

Mi Dios, agradecemos por esa paz que solamente Tú nos puedes dar, nada ni nadie no la puede otorgar, sólo la podemos adquirir a través de ti mi Señor, es una bendición que proviene de tus manos, sin importar que el mundo se caiga a pedazos.

Hoy nos apropiamos de esta paz, dejamos aun lado todo aquello que nos angustia y decidimos vivir en santa y justa paz.

Oramos en nombre Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!