La Biblia dice que Dios tiene todo el poder para suplir nuestras necesidades, independientemente de la forma de accionar de nosotros. Quiero con el devocional del día de hoy enseñarte acerca de la fidelidad de Dios.

Él ha hecho historia usando a personas a pesar de lo que son; usó a un Moisés que venía huyendo por asesinar a una persona y estaba escondiéndose por el castigo, la sentencia sería muy fuerte para él; usó a un ‘débil’ David, aún a pesar de ser el más pequeño de sus hermanos, el más debilucho, no era el más fuerte ni el más capacitado físicamente hablando, pero no se dependía de la fidelidad de David y de la fuerza de él, ni de su valor. Dependía de la fuerza de Dios.

La fidelidad de Dios nunca ha dependido de la fidelidad de sus hijos. Por ejemplo, la alimentación de los 5000, cuando Dios multiplica los panes y los peces, ese relato queda marcado justamente en los cuatro evangelios.

Los cuatro evangelistas, hablan de este mismo milagro y seguramente quedaron muy impactados. En algunos milagros lo hablan uno u otro evangelista, pero que lo hablen los cuatro al mismo tiempo y la forma en la que lo describen debió de haber sido algo impactante para sus vidas. Entonces esta alimentación de los 5000 es el único milagro que aparece en los cuatro evangelios.

¿Por qué los cuatro escritores consideraron valioso repetirlo? Bueno, quizás querían mostrar que Dios nunca se da por vencido, aun cuando los suyos lo hagan.

Los discípulos ya se habían dado por vencidos, los discípulos decían Señor, despidelos, llevan tres días siguiéndonos, Señor, tienen hambre y no hay nada para darles de comer, despidelos para que se vayan a sus casas y puedan comer. Ellos ya se habían dado por vencidos, pero Dios no, cuando nosotros nos damos por vencidos, Dios continúa, Dios manifiesta en mayor medida su poder. 

Sencillamente pienso que Dios es más grande que nuestras debilidades, pienso que nuestro agotamiento, revela la grandeza de Dios y como Él mismo le dijo por medio del apóstol Pablo a cada uno de nosotros que su poder se perfecciona en medio de nuestra debilidad, nos conviene ser débiles, para que el poder de Dios se perfeccione, nos conviene no poder lograrlo en nuestras propias fuerzas, para que sea Él interviniendo en favor de nosotros. 

Dios es fiel, aun cuando sus hijos no lo son, el Señor es fiel aun cuando nosotros fallamos, aun cuando nosotros nos alejamos, aun cuando nosotros en muchas ocasiones le damos la espalda con nuestras acciones, con nuestros pensamientos, con nuestras palabras.

En el día de hoy, yo quiero que ustedes se aferran a esa fidelidad, yo quiero que ustedes piensen y digan, ‘bueno, yo no puedo, pero mi Dios sí puede, esto no es fácil para mí, pero para el Señor todo es posible, esto va a ser difícil de lograr, pero Mi Padre siempre lo podrá hacer, s usó a personajes como Moisés, como David, como Abraham; usó a ancianos, usó jóvenes, usó personas rebeldes como el apóstol Pablo, usó asesinos, usó gente que estaba en contra de Dios mismo, como el apóstol Pablo que perseguía a los cristianos y los asesinaba’.

Dios puede usar cualquier medio, método,  persona, su fidelidad nunca falla, se mantiene firme aún a pesar de que nosotros oscilamos.  

Todas estas características de Él, siempre se mantienen en lo alto, siempre se mantienen en el pico máximo, siempre tiene mucho amor por ti, siempre tiene mucha fidelidad hacia ti, siempre tiene poder para desatar en favor tuyo, siempre tiene una puerta abierta, aun cuando todas a ti se te han cerrado.

Filipenses 4:19 ‘Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús’. Si ahora mismo tú dices me está haciendo falta que se abra una puerta de empleo, quiero decirte que la fidelidad de Él, no falla. Si alguien está por ahí dice me está haciendo falta un poco de sanidad para mi cuerpo, hoy quiero decirte que la fidelidad de Él nunca falla, lo que sea que te hace falta, ahora, tienes que tener la fe de que Él es fiel para suplirlo.

En eso consiste la fidelidad de Dios, y su fidelidad no depende, nunca ha dependido de la fidelidad de nosotros. Vamos a orar y vamos a agradecer al Todopoderoso por tanto amor y por tal fidelidad que ha mostrado a nuestras vidas.

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret hoy quiero darte las gracias, porque al escuchar tu Palabra nuestro corazón se llena de esperanza y una ilusión nueva surge en nuestro interior; Dios amado, cuando escuchamos esa palabra, alumbra Señor, nuestro camino, pero también ilumina nuestro rostro de felicidad, de alegría, de saber que Tú estás ahí, que Tú eres fiel.

Señor, podremos ver delante de nuestros mismos ojos, nuestras fuerzas desmoronarse, nuestra fe ir menguando o apagando, pero nunca veremos, ¡nunca! seremos testigos de que tu fidelidad falle, ¡nunca! escucharemos de que tu amor se terminó por nosotros o de que tu poder se escaneó, ¡nunca! Señor, porque Tú eres fiel y tu fidelidad no depende de la fidelidad de nosotros. 

Tu fidelidad Señor, es inmensa; eso, eso es lo que te convierte en Dios, eso es lo que te hace diferente, totalmente diferente a nosotros los humanos. Tú no fluctúan, Tú no estás arriba y a veces abajo, Tú siempre estás arriba, Señor, Tú siempre estás listo para hacer un milagro a nuestro favor. Siempre estás listo para sorprendernos, abrir una puerta delante de nosotros y hacernos ver que estás dispuesto y listo para usar cualquier situación, cualquier persona, independientemente de la situación que sea o como esta persona sea. 

Gracias por esa esperanza que nos das, gracias porque podemos confiar, en que nuestro futuro estará bien siempre y cuando estemos en tus manos.

Dios amado, hoy te agradecemos por tal amor, por tal fidelidad a nuestras vidas. 

En el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.