Efesios 4:22 - 24 'En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad'.

La noche antes de la muerte de Jesucristo, Él va con sus discípulos y prepara una vasija con agua, se pone una toalla en sus piernas, los sienta y empieza a lavar los pies sucios, empolvados y endurecidos uno a uno.

Seguramente muchos de nosotros no hubiésemos hecho tal cosa, pero Jesucristo lo hizo, estaba lavando los pies de los que al siguiente día le abandonarían. Jesús sabía que muy pocos estarían orando con Él en esa misma madrugada en el Getsemaní, solamente los del apóstol Juan estarían en la cruz y los de judas ni siquiera llegaron tan lejos.

Jesucristo sabía que iban a darle la espalda, fallarle por temor a ser perseguidos. Cristo perdonó a los discípulos el pecado de negación y la falta de fe se las perdonó antes de cometerla. 

Amigos cuando la biblia nos dice en el día de hoy 'despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos' el apóstol pedro cuando cristo empezó a lavar los pies le dijo 'No señor, cómo crees que los vas a lavar, soy yo el que te los debe lavar a ti, mis pies no están limpios' entonces el señor Jesucristo dijo 'ustedes ya están limpios’.

El error que podemos cometer nosotros es pensar que estamos sucios, quitemos esa idea de nuestra mente; Somos hijos de Dios, estamos limpios, la sangre del cordero nos lavó y fue derramada en la cruz del calvario, esa sangre que roció y nos limpió, que se derramó para el beneficio de nuestras almas, cuerpo y espíritu; vamos a renovar nuestra mente para salir a servir al señor Jesucristo.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, queremos darte las gracias por la vida, también porque nos permites conocer tu palabra y saber lo que en ella está escrita.

Queremos darte las gracias, saber y entender que es un milagro despertarnos cada mañana, es un milagro recibir tus misericordias cada día.

Dios hoy te agradecemos, pero también queremos pedirte que quede en nuestra mente grabada la imagen de que somos limpios, nos has perdonado, somos santos, hijos tuyos y dignos; porque si pensamos de otra manera señor, no nos atreveremos acercarnos al trono de la gracia.

En el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!