Proverbios 14:1 NTV ‘La mujer sabia edifica su hogar, pero la necia con sus propias manos lo destruye.’

Cuando nos damos cuenta lo que dicen las escrituras acerca de las mujeres, específicamente en el rol que ellas juegan dentro del hogar, cuando hablamos de edificar una casa, no hablamos de la estructura como tal, estamos hablando de la construcción emocional.

Cuando una casa tiene una mujer sabia, esa vivienda se encuentra llena de amor, unidad y cariño, las personas que visitan, se sienten cómodos, cuando el esposo llega, se siente en un palacio, los niños viven felices, con una sonrisa de oreja a oreja.

Nos dice la Biblia, ‘La mujer sabia edifica su hogar, pero la necia con sus propias manos lo destruye.’ Es gracias a la madre que se mantiene un hogar, ellos son decoradoras, cocineras, enfermeras, planifican, administran, tienen miles de cualidades, son un rol importante para nuestro hogar. 

Aunque en el fondo estén cansadas, lastimadas o agotadas, siempre sacan fuerza para hacernos reír, siempre nos brindan un momento de alegría. Los hijos son ingratos, no reconocen todo el esfuerzo que ellas han hecho y sin importar eso, siguen edificando su hogar. 

Si ustedes son madres, las emociones internas de rechazo, ingratitud, entre otras, tú las vas acumulando, pero debes ser consciente, que estas emociones son capaces de enfermarte, te traen arrugas, sacan canas. Las mujeres sabias saben controlar esos sentimientos negativos. 

Cuando no logras liberar todos esos rencores o pensamientos negativos, lo que sucede es que, la mujer sabia, se desborda y comienza a destruir el hogar.

ORACIÓN 

Padre Celestial, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, el día de hoy elevamos nuestro clamor por todas las mujeres, madres de un hogar, que han podido demostrar todas las habilidades que les has dado a ellas.

Padre, por más momentos de gozo que ellas han pasado, siempre hay rechazo, desprecio, ingratitud, puede empezar a afectar la vida de ella y sin darse cuenta puede destruir el hogar. 

Te pido por cada una de las mujeres, madres que son importantes en el hogar, que nos ayudan a renovar y edificar la familia.

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, amén y amén.