Salmos 65:3 (NTV) Aunque nuestros pecados nos abruman, Tú los perdonas todos.

Este salmo la Biblia no nos hace un llamado al liberalismo y a la práctica desmedida o desenfrenada del pecado, solo porque Dios nos perdona, este no es el mensaje que se quiere transmitir.

Todo lo contrario, Dios tiene un estándar a través del cual espera que nosotros vivamos y desarrollemos nuestro caminar aquí en la tierra y ese modelo está muy marcado por la Biblia, sin embargo, vamos a cometer errores y este es el objetivo de este devocional, no huyamos de Dios.

Muchas personas, después de hacer algo indebido o que saben que a Dios no le agrada, cometen otro grave error, alejarse del Señor, porque no se sienten dignos de estar cerca de la presencia de Dios, entonces prefieren huir y alejarse de Él.

Cuando Adán y Eva fallaron y desobedecieron la palabra de Dios, ellos huyeron y se escondieron de Él, el Señor fue el que los buscó para decirles qué fue lo que hicieron e inmediatamente se culparon entre ellos mismos.

Esto es exactamente lo que nosotros hacemos, huimos de Dios, no nos sentimos dignos de su presencia, sentimos que el camino de la fe no es para nosotros o que no tenemos la suficiente madurez para cumplir con el estándar de comportamiento que Dios espera de nosotros y esto es un error gravísimo, eso es lo que el Señor no quiere que hagamos, Él no quiere que huyamos de su presencia, todo lo contrario, Dios perdona nuestros pecados. 

El Señor se acercó más a las personas enfermas, nosotros no estamos cerca de Dios porque seamos lo máximo, estamos más cerca de Él, porque conocemos de su amor, dice la Biblia que al que más se le perdona es al que más ama. En lugar de huir y alejarte de Dios, más bien acércate y asume tus responsabilidades, debes hacer lo que Adán no supo hacer, él debió acercarse a Dios y reconocer su error, más no haber culpado a Eve y así el Señor hubiera extendido sus brazos de amor, para restaurar o enmendar su error.

Si ya cometiste un error, no cometas otro error huyendo de Dios, acércate a su presencia, llega a la iglesia y alimenta tu espíritu leyendo y escuchando de su palabra. No dejes de asistir a la iglesia, porque esa también es una manera de huir de Dios, aunque no lo creas, mientras lees este devocional, te estás alimentando tu espíritu, pero no es suficiente, necesitas asistir a la iglesia y tomar esa decisión que es tan importante para tu vida.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, hoy te damos las gracias por la oportunidad que nos das de conectarnos a ti atrás de tu palabra.

Mi Dios, gracias por hacernos que, aunque nuestros pecados nos abruman, Tú los perdonas todo, gracias por darnos esa confianza de acercarnos más a tu presencia cuando fallamos.  

En el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!