Esta historia es de un personaje que se encontraba justo al lado del Estanque de Bethesda, donde se tenía la costumbre de que, cada que descendiera el ángel a tocar las aguas, el primer enfermo que se metiera, recibiría la sanidad. El problema era que había multitudes de enfermos alrededor del estanque.  

Así que, en alguna ocasión que pasó Jesús por allí le preguntó a este hombre, ‘¿Quieres ser sano?’, llevaba ya 38 años de enfermedad, soportando la misma condición, tenía un malestar que es persistente y que nada lo curaba. Pero en realidad, necesariamente debe ser un tema físico, puede ser sentimental. 

Cuando hablamos de este personaje, vemos que muchas veces nos aferramos a nuestro pasado y resentimientos, que pueden ser persistentes afectando nuestra personalidad. Así como este hombre acostado al lado del estanque, algunas personas pasan año tras año esperando algún milagro.

Si estás en una condición como estas, la palabra de Dios llega para ti y te dice, ‘¿Quieres ser sano?’, porque a veces reaccionamos de una manera que no deberíamos. Cuando le hicieron la pregunta a este hombre, empezó a poner miles de excusas para poner fin a sus dolencias. 

Si quieres cambiar tu estilo de vida, Jesús te dice, ‘Permíteme sanarte’. Amigos, nosotros estamos llevando a cabo un ciclo de sanidad, porque no quiero que siga pasando el tiempo y tú te quedes en esa condición, porque en esa etapa de dolor y resentimiento, inconscientemente te molestas con Dios.

El Señor no quiere escuchar excusas, Él está dispuesto a ayudarte, porque ha venido a sanar a los quebrantados de corazón. No olvides que puedes hacer parte de nuestro proceso de sanidad, donde encontrarás las 10 herramientas que nos dejó el Señor Jesucristo para empezar ese proceso de sanidad y abundancia.

¡Te esperamos!

ORACIÓN:

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, te damos las gracias por compartirnos tú palabra.

Mi Dios, hay muchas personas que, como este enfermo, vieron pasar los años y no llegaba su sanidad, llenándose de excusas. Así hay muchas personas que se han llenado de razones para no encontrar la sanidad que nos prometiste. 

Padre, hoy quiero pedirte por cada una de las personas que no se han acercado a ti, que están perdiendo esta oportunidad de estar contigo. 

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.