El apóstol Pablo, siempre buscaba estar contento sin importar la situación, si tenía abundancia, si tenía provisión, dinero, etc. Estaba contento, sin embargo, no tenía nada o estaba enfermo, él continuaba contento. Él aprendió la palabra de Dios.

Si nosotros somos sinceros, el Señor nos da más que su gracia, pero, ¿qué sucedería o cuál sería tu reacción si Dios solo te diera la salvación, nada más? O ¿qué pasaría si le pides al Señor por tú enfermedad y Él no te ayuda? Estoy seguro de que muchas personas se molestaron y buscarían alternativas, cambiando su fe, con tal de tener otra opción que les ayude. 

Mis queridos amigos, desde la perspectiva del cielo, la gracia es suficiente, si Dios no hace otra cosa que salvarnos del infierno, ¿quién podrá quejarse?  

Si tienes ojos para mirar, o manos para sostener el teléfono o cualquier cosa, si tienes oídos para escuchar, quiero decirte que tienes gracia sobre gracia, tienes más que suficiente, por qué permites que la tristeza te agobie.

El contentamiento es necesario para disfrutar la vida, y eso no depende de tu cuenta de ahorro, esto depende de lo que nos da el Señor, porque Él lo es todo.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, hoy te damos las gracias por permitirnos tener un día más de vida y de conocer más de tú palabra.

Tenemos que aprender del apóstol Pablo, que aprendió a estar contento con lo que tenía, siempre son muchas cosas las que se nos presentan, pero lo que queremos aprender es a vivir con gracia con lo que tenemos, siempre demandamos más, pero esto no es así.

Te agradezco por enseñarnos lo importante que es reconocer lo que tenemos.

Oramos en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.