De nada sirve tener tantos logros, alcances, reconocimiento, si tú corazón no está lleno de paz y vive atormentado continuamente, si estás permanentemente insatisfecho.

El corazón de Jesús era puro, miles adoraban al salvador, pero Él se contentaba con una vida sencilla. La gente lo buscaba en cantidades, miles de personas lo seguían y conocían de su fama y Él, sin embargo, estaba tranquilo y era feliz con su vida sencilla, las mujeres lo cuidaban, pero nunca se le acusó de tener pensamientos lujuriosos. Tenía un corazón lleno de paz.

En su corazón no existía pecado o algún pensamiento maligno. Fue menospreciado por su propia creación, pero estuvo dispuesto a perdonarlos aun antes de que las personas pidieran perdón, lo hizo porque tenía un corazón lleno de paz.

Pedro, lo describió como un cordero sin mancha y sin contaminación. Lo conoció muy de cerca. Luego de pasar el mismo tiempo, Juan, aseguro que no hay pecado en Él.

El corazón de Jesús estaba en continua paz. Santiago 3:17, 'La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.’

Espero que todos los corazones estén llenos de paz, como el del Señor Jesucristo.

ORACIÓN 

Padre Celestial, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, hoy te damos las gracias por un día más de vida.

Querido Dios, aprendimos de tu maravillosa palabra, cuando hablamos de un corazón lleno de paz, vemos el modelo que dejó el Señor Jesucristo, porque fue un cordero sin mancha, no tenía pecados.

Aclamamos para que nuestros corazones sean llenos de sabiduría.

En el nombre de Jesucristo.

Amén y amén, ¡Bendiciones!