Daniel 1:9 NTV Ahora bien, Dios había hecho que el jefe del Estado Mayor le tuviera respeto y afecto a Daniel.

La historia de Daniel es muy interesante, porque la Biblia dice que fue llevado como esclavo a otro reino donde él no tenía ningún derecho en absoluto, era otra tierra extranjera, estaba en el palacio del rey Nabucodonosor y entonces empiezan a exigir comportamientos que no son apropiados para él y mucho menos para su creencias y valores.

Por ejemplo, se le dan alimentos que son suculentos, pero que habían sido consagrados a los ídolos y él tenía prohibido de parte de Dios consumir ese tipo de alimentos. Así que Daniel tenía que decidir si quedaba bien con Nabucodonosor, y le fallaba a Dios o quedaba bien con el Señor, pero le fallaba al rey. 

Queridos amigos, él escogió la mejor parte, porque escogió quedar bien con su Dios, guardar sus valores y principios.  A pesar de que el rey y la gente a sus alrededores lo viera mal. Por eso el favor de Dios estaba con Daniel, tenía el afecto y respeto. Esto fue a cambio de pagar un precio muy alto. 

Nosotros queremos el respeto y el favor de Dios, queremos que se abran puertas y que cuando emprendamos un proyecto el respaldo de Dios esté con nosotros. Sin embargo, tenemos que pagar un precio alto, pero no todos están dispuestos hacerlo.

El precio que pagó Daniel fue en su intimidad, fue en lo secreto de su devoción, ese precio es muy alto, pero es alcanzable, lo podemos pagar, y pagamos el precio desde la comunión con Dios, desde que nosotros leemos la Biblia, oramos, nos congregamos, le servimos a Dios y a otras personas.

Cuando nosotros hacemos esto estamos pagando un precio, es muy probable que te llamarán aburrido, los amigos o compañeros de trabajo que te ponen presión, pero tú sabes que estás pagando un precio, porque si, es muy alto.

Daniel recibió el favor de Dios, y fue tal favor que aun las personas que estaban en contra de él, le favorecían, porque ya había pagado un precio muy alto y hoy somos muchos los que estamos pagando un precio alto, algunos te llamaran loco y no te comprenderán, pues que piensen lo que quieren.

Nosotros sabemos qué precio estamos pagando, desde que guardamos nuestros valores e integridad, viviendo una vida intachable, porque sabemos que la recompensa es grande. Mientras más alto es el precio para pagar más alto es el valor de los que consigues porque el favor de Dios es invaluable.

Un precio alto es lo que se necesita y este es un llamado para que continúes no te des por vencido, no dejes que se pierda lo que has logrado delante de la presencia de Dios.  

ORACIÓN

Padre Celestial, gracias por inspirarnos a través de la historia de Daniel, sabemos que él obtuvo tu favor, que le habrías puertas, le cuidabas y guardabas. Porque él pagó un alto precio. 

Señor, hoy quiero dedicarte a cada persona que está dispuesta a pagar ese precio alto buscándote, guardando su valores morales y espirituales, te pido por fuerzas nuevas para que ellos continúen viviendo una vida intachable. En el nombre de Jesucristo de Nazaret. 

Amén y amén.

¡Bendiciones!