Quiero hacerte una pregunta ¿Cuándo fue la última vez que desilusionaste que estuviste a punto de rendirte?, esta sensación la experimentamos todos los seres humanos, la desilusión, la desesperanza, el pánico o el temor que nos envuelve cuando aparece una enfermedad, cuando no se dio el contrato que esperábamos o cuando nos negaron el préstamo o petición legal. 

Es ahí cuando las personas experimentan la desilusión, solo quiero que te acuerdes de la historia de los discípulos, cuando había prácticamente habían perdido la esperanza, su maestro ya no estaba, lo habían crucificado, tenían su esperanza en Él y de repente se las quitan, lo habían dejado todo por Él, su trabajo su oficio y hasta sus pertenencias, lo habían dejado todo por él y de repente muere así que tienen una gran desilusión.

Pero cuando van camino a Emaús dice la Biblia que aparece Jesús, y ellos sin darse cuenta comparte con este desconocido y este les abre las escrituras “no ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino”. Queridos amigos, aún cuando estamos pasando por la peor de las situaciones, aunque enfrentemos una enfermedad, o la muerte misma, cuando la desilusión aparezca, siempre hay una luz de esperanza en nuestro interior.

Queridos, esa luz se mantiene en nuestro corazón cuando escuchamos la palabra de Dios, cuando asistimos a la iglesia, cuando leemos un versículo, cuando leemos un devocional. esa luz arde solamente si escuchamos su palabra.

Por esa razón es que la desilusión es una de las herramientas que usa el diablo porque con eso él hace que quieras darte por vencido, así como los discípulos que estaban a punto de darse por vencidos, frustrados, llenos de pánico sin saber qué hacer.

La próxima vez que el pánico empiece a invadir tu interior recuerda que siempre hay una luz de esperanza en tu corazón y cuando esa luz se apague entonces el fracaso es seguro, pero mientras el pánico no logre apagar esa luz de esperanza podremos estar firmes 

Esa luz de esperanza significa que nos tenemos que mantener firmes, en medio de la desilusión y el pánico. habrá desilusiones, pero en medio de eso tienes que permitir que esa luz brille, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa, esa luz de esperanza hoy nos dice ¡Confía!, porque esa situación es temporal ¡confía!

No permitamos que el diablo, las circunstancias, la desilusión y el pánico apaguen esa luz de esperanza, mantengámonos firmes y desde nuestro interior por medio de la palabra de Dios surgirá la respuesta que estamos buscando.          

ORACIÓN

Padre Celestial, gracias por tu palabra, mi Dios la desilusión ya habló e hizo su trabajo, pero yo hoy he venido a decirle que, en el nombre de Jesús, hay una luz de esperanza en su corazón, para que esa luz arda desde el interior para mantenernos firmes, especialmente la persona que está afrontando una pérdida, o una familia que se está cayendo a pedazos. 

Señor, te pido especialmente que bendigas y salves la luz de esperanza en el corazón de cada persona, en el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!