Mateo 19:2 (NTV) Grandes multitudes lo siguieron, y Él sanó a los enfermos.

El versículo es breve. Aunque son solo dos líneas, este pasaje es poderoso y está lleno de significado.  

Los beneficios de seguir a Jesús son innumerables, desde la salvación hasta bendiciones que no podemos listar por completo. Sin embargo, este devocional se centra en un beneficio particular: la sanidad. El texto señala que aquellos que seguían a Jesús eran sanados, un recordatorio de que la salud es uno de los activos más valiosos en esta vida.  

La salud, tanto física como emocional, supera en valor cualquier posesión material. Tener riquezas, fama o bienes no sirve de nada si se carece de salud. A lo largo de la historia, hemos visto cómo grandes personalidades, a pesar de sus logros y fortunas, perdieron todo al perder su bienestar físico. Sin salud, nada tiene verdadero significado.  

El versículo nos muestra que estar cerca de Jesús trae consigo el beneficio de la sanidad. Pero no se limita únicamente al cuerpo; también incluye la sanidad emocional. Quienes caminan junto a Él reflejan su carácter y su amor. Jesús nos enseña el camino, y al imitarlo, nuestra vida cambia. Nos convertimos en espejos que reflejan su imagen. Si permanecemos cerca de Él, reflejamos su luz. Si nos alejamos, corremos el riesgo de reflejar las tinieblas.  

Las personas que permanecen en Jesús se distinguen no solo por su salud física, sino también por su bienestar emocional. Estas personas son empáticas, sinceras y confiables. No critican ni juzgan; son capaces de comprender y apoyar a los demás. Es un gozo compartir con quienes reflejan a Jesús, porque irradian sanidad interior y exterior.  

Este beneficio no significa que nunca enfrentemos enfermedades, pero sí que, al caminar con Jesús, nuestra vida será marcada por su sanidad y su fortaleza. Como Él mismo lo demostró, aquellos que lo seguían eran restaurados.  

La invitación es clara: ¿Qué tan cerca estás de Jesús? Seguirlo de cerca transforma nuestras vidas. No basta con oír de Él o creer a medias; es necesario seguirlo con decisión. Al hacerlo, la salud, tanto física como emocional, será una de las señales que nos acompañen, mostrando el poder de estar en su presencia.  

ORACIÓN

Padre celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te agradecemos por tu palabra y por hablarnos a través de ella. Tu mensaje nos llena de esperanza y fortaleza. Así como las multitudes que te seguían fueron sanadas, hoy te pedimos que cada persona que lea este devocional decida seguirte de cerca.  

Señor, queremos más que un conocimiento superficial de ti; anhelamos una relación íntima que transforme nuestras vidas. Ayúdanos a experimentar la sanidad que solo tú puedes dar, tanto en nuestro cuerpo como en nuestra alma.  

Haznos conscientes de la importancia de caminar contigo, de dedicar tiempo a la oración, a la lectura de tu palabra y a vivir impregnados de tu presencia. Queremos reflejar tu carácter, ser testimonio de tu amor y recibir los beneficios que vienen al permanecer a tu lado.  

Gracias, Señor, por cada bendición que nos das, pero especialmente por el privilegio de estar cerca de ti. Hoy nos determinamos a seguirte, no por los beneficios, sino por el deseo profundo de vivir en comunión contigo.  

Te lo pedimos con humildad, en el nombre de Jesús. 

Amén y amén.  

¡Bendiciones!