Efesios 3:20 (NTV) Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros.

Este versículo es uno de esos pasajes de poder que, al leerlo, transmite una gran cantidad de información. Podemos extraer de él tres puntos fundamentales y poderosos.

Primer punto, Dios puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar. A menudo esperamos respuestas milagrosas y sobrenaturales del cielo para salir adelante, especialmente en situaciones económicas. Por ejemplo, podemos pensar: "Si tan solo Dios me permitiera conseguir un trabajo donde gane $2,000 dólares extra este mes". Solemos limitar a Dios al ponerle cifras o condiciones específicas. 

Esto no solo ocurre en temas financieros, sino también en temas de salud. Podemos pedir sanidad física, pero con límites: "Señor, si tan solo me quitas esta enfermedad, aunque aún sienta dolor en mis articulaciones". Sin embargo, la Biblia nos enseña que Dios tiene el poder de hacer mucho más de lo que podamos pedir o imaginar. Debemos aceptar esta verdad y reconocer que Él tiene el poder para superar cualquier expectativa.

Segundo punto, Dios obra por medio de su gran poder. Es esencial recordar el poder sobrenatural de Él. Creemos en un Dios de milagros y respuestas poderosas, que hace aparecer lo que no existe. La Biblia afirma que por su palabra todo fue creado: dijo "Sea la luz" y la luz fue hecha. Este mismo poder abrió el Mar Rojo cuando Moisés levantó su bastón, y fue evidente ante faraón, Nabucodonosor y Goliat. La Biblia nos invita a recordar las grandes hazañas y victorias que Dios ha logrado a lo largo de la historia.

Tercer punto, su poder actúa en nosotros y a través de nosotros. Este punto es crucial porque muchas veces creemos que las respuestas de Dios vendrán de forma externa. Sin embargo, su poder ya está en nosotros. Somos nosotros quienes debemos actuar: salir, luchar, tocar puertas. 

Cuando enfrentamos una enfermedad, podemos poner nuestras manos sobre el lugar afectado y declarar sanidad en el nombre de Jesús. Debemos comprender que Dios obra a través de nosotros, como lo hizo con Moisés al abrir el mar o con David al derrotar a Goliat. El poder de Dios fluye y actúa en nosotros.

Por lo tanto, te invito a actuar bajo el poder de Dios. Reconoce que ese poder ya habita en ti y está listo para manifestarse a través de tus acciones.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos gracias por la oportunidad de conectarnos con tu Palabra. Gracias por mostrarnos estas tres verdades tan importantes que debemos aceptar, pues están escritas en la Biblia.

Tú puedes lograr mucho más de lo que podamos imaginar o pedir. Tienes el poder para hacerlo y nos invitas a recordarlo, a traer a nuestra mente todas las manifestaciones de tu poder a lo largo de la historia. También nos enseñas que ese poder está en nosotros y actúa a través de nosotros.

Perdónanos por momentos de pasividad, cuando esperamos que las respuestas lleguen del exterior, en lugar de actuar con el poder que ya obra en nosotros. Nos llamas a ser activos, como lo hiciste con Moisés, David, Elías y Gedeón, quienes experimentaron tu poder fluyendo a través de ellos.

Señor, recibimos esta enseñanza y entendemos que somos llamados a la acción bajo el poder sobrenatural que opera en nosotros. Bendice a cada persona que escucha este mensaje. Te pido que se activen, que se levanten a luchar y a buscar sus respuestas a través del poder que tú has depositado en ellos.

Gracias te damos, Señor, y oramos en el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!