1 Corintios 16:9 (NTV) Se ha abierto una puerta de par en par para hacer un gran trabajo en este lugar, aunque muchos se me oponen.

Hoy quiero compartirte un mensaje basado en la carta del apóstol Pablo a la iglesia en Corinto, Grecia. En su carta, él les anuncia su intención de visitarlos, diciendo que pasará por Macedonia y que planea quedarse con ellos, al menos durante el invierno. Sin embargo, también les dice que permanecerá en Éfeso hasta la fiesta de Pentecostés, pues “se me ha abierto una puerta de par en par para hacer un gran trabajo, aunque hay quienes se oponen”.

Aquí hay un principio de crecimiento que debemos tener siempre presente, cada vez que se abre una puerta de oportunidad, también surgen dificultades. Aquellos que están determinados, preparados y entrenados para soportar adversidades podrán aprovechar esas puertas abiertas. Por otro lado, quienes se rinden fácilmente no podrán hacerlo.

Parece que Dios diseñó el crecimiento de esta manera, así es como estructuró el avance y el logro de nuevas metas. Siempre que se abre una puerta para hacer un gran trabajo, también aparecerán dificultades, tal como lo experimentó el apóstol Pablo y nuestro Señor Jesucristo.

Jesús recorrió pueblos y aldeas, predicando, haciendo milagros y anunciando el mensaje de Dios a miles de personas. En una ocasión, cinco mil personas le escucharon, y Jesús los alimentó después de días sin comer, porque lo seguían. Aunque estaba realizando una gran obra, no fue fácil. Esa puerta abierta de par en par para llevar el mensaje de salvación también trajo oposición, especialmente de los fariseos, quienes se convirtieron en sus más grandes críticos y buscaban obstaculizar su misión.

Te invito a reflexionar: ¿Cuál es la última puerta que sentiste que se te abrió de par en par? ¿Esa oportunidad que te emocionó, que te hizo soñar y despertar esperanza? A menudo, cuando Dios abre esas puertas, también permite que aparezca la oposición. Hay personas que intentarán detenerte, que cuestionarán tus sueños y te señalarán tus errores.

Quiero recordarte que no estás solo. El apóstol Pablo vivió lo mismo, al igual que Jesucristo y muchos otros personajes bíblicos. Aprende a distinguir esas puertas de oportunidad, pero también identifica a quienes se oponen. 

La próxima vez que veas una puerta de oportunidad, recuerda que, como al apóstol Pablo y a Jesucristo, nadie podrá detenerte si Dios está contigo. Las oposiciones, obstáculos y dificultades son solo pruebas para determinar si estás dispuesto a seguir adelante, a avanzar por el camino que Dios te ha mostrado.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús te damos las gracias porque tu palabra siempre nos trae esperanza. Nos has enseñado que cuando se abre una puerta de par en par, también vendrá la oposición. Pero mi oración, Señor, es que cada persona se determine a seguir adelante, que no se rinda fácilmente, sino que persevere.

Ayúdales a avanzar, a resistir ante cualquier oposición o dificultad en el camino. Fortalece a cada uno de ellos, Señor, para que cuando enfrenten desánimo o frustración, recuerden que tú estás con ellos, así como estuviste con el apóstol Pablo y con nuestro Señor Jesucristo. Estás presente en sus vidas, dándoles fortaleza en medio de sus pruebas.

Gracias, Padre, por enseñarnos estos principios. Si todo fuera fácil, todos caminarían por esas puertas abiertas de oportunidades, pero esas puertas se reservan para aquellos que están determinados a soportar las dificultades. Señor Jesús, te damos gracias y oramos en tu nombre, Jesús de Nazaret. 

Amén y amén.

¡Bendiciones!