En la vida tenemos solamente dos opciones, somos de las personas que encendemos un fuego y nos metemos a la seguridad de nuestro hogar, nos relajamos y nos mantenemos cómodos, o la opción de los aventureros, donde debemos encender ese fuego en nuestro corazón.  

Y que ese fuego nos acompañe a donde quiera que vayamos, a las aventuras que nos atrevemos a realizar. Por eso hablo de ‘los Aventureros’, los que nos atrevemos a salir de las comodidades de la casa, somos capaces de soñar, enseñar, hacer algo por el reino de Dios.

No debería de temer a ser un aventurero, obviamente nos vamos a exponer, me van a criticar, todo lleva un riesgo, pero no olvides que, el Señor es nuestra luz y salvación, ¿por qué deberíamos temer? Si Dios es nuestra fortaleza y nos protege del peligro.

El llamado de hoy por parte del Señor es a ser aventureros, a encender el fuego en nuestro corazón, para que nos acompañe a donde nosotros vayamos.

Queridos amigos, atrévanse, sueñen, ¡sean aventureros! En este nuevo año tienen la oportunidad de impactar la vida de muchos, de salir de la comodidad. 

Oración:

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, te agradecemos por la oportunidad que nos das para ver la luz del día y por permitirnos conectar contigo.

Dios amado, hoy tu palabra es tan clara con nosotros, que nos dice que aceptemos el reto de soñar, influenciar e impactar otras vidas, que asumamos el riesgo que esto conlleva, porque valdrá la pena, que no debemos temer, porque Tú eres nuestra luz y salvación.

Señor, gracias por esta palabra, por darnos la confianza y certeza de que estás con nosotros. Así entonces, aceptamos el reto de ser aventureros e impactar en la vida de los demás, saliendo de la comodidad y el fuego que encendimos ahí en la quietud, para poder ser agente de bendición y de cambio en tus manos.

En el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.