Si nosotros hiciéramos una historia de los discípulos o una biografía de ellos, podríamos decirles, por ejemplo, que empieza diciendo que tienen mucho temor, pero también están atemorizados, tienen temor al fracaso, tienen temor a no llegar al cielo, temor a no haber realizado su función como hijos de Dios.

Tienen muchos temores, y dentro de estos temores. Porque sus miedos se manifestaron en esa afirmación; así que el temor es parte de nuestra vida y es parte de la fe, porque después del temor aparece y se activa la fe y ella activa los milagros maravillosos. 

Por ejemplo, cuando el tiempo de Moisés venía sacando a los judíos de Egipto, y se encontraba frente al mar, tenían ellos dos opciones, nadar o pelear contra los carros y los del ejército de Faraón, no había más, eran solamente dos opciones. 

En ese temor se activa la fe y la fe activa uno de los milagros más increíbles que podamos ver narrados en la Biblia. ¿Por qué razón? Pues porque el temor activa la fe, y por eso quiero que entiendas en el día de hoy que cuando tienes temor, tienes que tener la mirada puesta en Dios. 

Esa es la historia de Moisés y la gente que él dirigió para atravesar el Mar Rojo y traerlos a la tierra prometida. Seguramente esa es la historia de muchos de nosotros, en particular los más grandes de los milagros que he visto de forma personal en mi vida, han nacido producto de un temor a no saber cómo resolver una situación, temor a no saber cómo va a pasar lo que está ahora mismo atacándome, temor a no tener el control en mis manos.

En ese temor, se activa la fe y la fe activa el más grande de los milagros. Así que, Moisés y toda la gente que venía conduciendo tenían la opción de nadar hacia el frente o la opción de pelear hacia atrás.

Lo lindo de la fe es la siguiente, se entiende, determina y dice, no tengo lo necesario, no estoy capacitado, no tengo las herramientas, no puedo nadar porque me ahogo, no puedo pelear porque no tengo las armas para hacerlo.

Así que, ahí es cuando nos abandonamos a la fe y creemos en Dios y se activan los milagros. El temor, es el inicio de la fe; por eso quiero que entiendas que siempre cuando estás atravesando un momento de dificultad, tienes que tener tu mirada puesta en Dios, porque, aunque haya temor, si tu mirada está puesta en Dios, se activará la fe y si se activa la fe, se manifiesta el más grande de los milagros.

Yo no sé si estás pasando por una dificultad ahora mismo, yo no sé cuál es el ahora, el temor que te está abrumado o que te asaltan los pensamientos, pero ese temor puede ser el inicio de un gran milagro, siempre y cuando mantengas tu mirada puesta en el Creador, tu mirada puesta en el Dios del cielo.

ORACIÓN

Nuestro Dios, en ese momento nos dirigimos a ti, para reconocer que la historia de los discípulos inició con temores. La historia de Moisés y la gente que dirigía estaba llena de temor, pero esos temores, activaron la fe, y la fe a su vez activó los más grandes de los milagros. 

Mi Señor, hoy quiero pedirte que aquella persona que está atravesando una dificultad, un síntoma de una enfermedad, un diagnóstico que ya el médico le dijo, un juez que en la Corte le anunció a esta persona que no había más solución para su caso, un abogado que dio malas noticias a esa persona y que se encuentran ahora mismo con temores, temores de no saber qué va a suceder, que va a pasar, qué decisión tomar. 

Padre Celestial hoy, por medio de esta oración, recordamos que los temores activaron la fe en los discípulos en tu pueblo de Israel. Y esa fe, activó el más grande de los milagros. 

En el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.