San Juan 17:20 (NTV) No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos.

¿Sabes cuán importante es el poder de la oración? Yo he recibido personas desesperadas que han venido a la iglesia o que han hecho una llamada telefónica buscando un ministro, un pastor, un predicador; actualmente, gracias a la tecnología, en diversas plataformas existen predicadores muy famosos al alcance, la gente les escribe, buscan a alguien de renombre que les ayude, porque todos sabemos y conocemos el poder de la oración, de cómo esta funciona y puede traer respuestas sobrenaturales a nuestra vida.

Así como las personas que te acabo de nombrar, estoy seguro de que tú también has tenido la necesidad en algún momento de buscar a alguien que ore por ti, porque tú considerabas que lo que estabas viviendo o atravesando era demasiado fuerte.

Por eso, te voy a enseñar qué es lo que yo hago, en primera instancia, me apropio de esta oración, la que Jesús hizo, yo no salgo corriendo detrás de un famoso, yo no voy a visitar un país porque allá está el gran apóstol, no tengo que ir a un lugar o buscar un personaje en específico cuando ya Jesús oró por mí, cuando Él ya me otorgó una oración tan poderosa, una que me demuestra resultados y beneficios.

Te preguntarás, ¿cuándo fue que Jesús oró por mí? En el versículo en el capítulo 17 Jesús está orando con su padre y está pidiendo no solo por los discípulos que lo acompañaban en esa época, sino también por todos los que creerán en Él.

Si tú has creído en Jesús por medio de lo que has leído en la Biblia, quiero decirte que Jesús oró por ti y es una oración genuina, verdadera y poderosa, esta es una oración directa del corazón del creador.

En las situaciones difíciles debemos aprender a apropiarnos de esta oración, porque si el Señor Jesús oró por ti, todo estará bien, de esta manera vas a empezar a ver el cambio y el resultado que tú necesitas. 

ORACIÓN

Padre celestial, queremos darte las gracias por tu Palabra que nos brinda aliento y esperanza, entendemos que no necesitamos ir tras de alguna otra persona cuando ya Tú oraste por nosotros, hoy nos apropiamos de esa oración, de los beneficios y del poder que hay en ella.

En el nombre de Jesús,

Amén y amén.

¡Bendiciones!