Cuando hablo de esa sensación que sientes cuando tus problemas empeoran, te desesperas porque quieres que se resuelva de inmediato, esto es completamente normal, porque a los seres humanos por lo general, no les gusta lidiar con problemas o estar batallando, siendo alejados de nuestra zona de confort.

Pero, qué sucede cuando uno está buscando una solución a un problema, pero llega otra situación aún más complicada, ¿qué hacemos? Es ahí donde todos somos llamados a confiar en Dios, es ahí donde nosotros tenemos que manifestar la fe que profesamos, porque la mayoría de las personas reconocen al Señor Jesucristo como El Salvador y ya, no saben más de Él.

¿Cómo puedes hablar de un Dios todopoderoso sin haberlo experimentado en tu vida? Para esto es necesario enfrentar problemas, tu no puedes decir que tienes un Dios victorioso si nunca te ha dado victorias en todos los problemas que enfrentaste.

Si tu limitas a Dios únicamente como El Salvador, seguirás haciendo tu vida normal aquí en la tierra, pero esta no es la verdadera voluntad del Señor, Él quiere manifestarse en toda tu vida.

A veces los problemas empeoran con la única intención y finalidad de que tú acudas a Dios y que esperes que Él se manifieste resolviendo ese problema que solo empeora y empeora, después eso sí podrás hablar de que tienes un Dios victorioso, porque te ayudó a resolver ese problema que no te dejaba dormir.

No importa cuál sea el problema que estés enfrentando, puede ser en la salud, matrimonial, familia, economía, con tus hijos, muchas veces los hijos caen en rebeldía o en vicios y vemos que empeora su situación, muchos padres se desesperan por resolverlo lo antes posible, pero lo que Dios quiere que nosotros le permitamos obrar, viendo cómo manifiesta su poder. 

Querido, que tú relación con el Señor Jesucristo no sea un apenas de un Salvador, para un pecador que estaba condenado, es importante que nuestra relación crezca en todas las ramas de nuestra vida, Dios es más que un salvador.

Cuando todos tus problemas se compliquen, solo debes clamar a Dios y decirle: Señor, líbrame de todo mal. Manifiesta tu fe y verás como Él resuelve todos estos problemas, toda nuestra confianza debe estar puesta en el poderoso de Israel.

No lo olvides, no te mates la cabeza tratando de resolver ese problema que tienes hace días, meses o años, descansa en Dios y permite que sea Él que luche por ti. Porque para el Señor no hay nada imposible, deja que su nombre se glorifique más.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos las gracias por conectarnos más con tu maravillosa palabra.

Mi Dios, te damos las gracias porque podemos confiar plenamente en ti, en tu palabra está escrito que en muchas ocasiones los problemas empeoran y se harán más grandes, pero esto no es para destruirnos, sino que es para que nuestra confianza también crezca.

En el nombre de Jesús.

Amén y amén.

¡Bendiciones!