𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳: DIÁLOGOS CON EL MENTOR

1 Timoteo 1:19 NTV

Aférrate a tu fe en Cristo y mantén limpia tu conciencia. Pues algunas personas desobedecieron a propósito lo que les dictaba su conciencia y, como resultado, su fe naufragó.

Quiero confesarte algo, yo no sé si es solo a mí que me sucede, pero yo soy una persona muy visual, yo soy una persona de mucha imaginación y hasta cierto punto creatividad, cuando hay ocasiones en que tengo que leer la Biblia, trato de recrear las escenas, trato de recrear a los personajes.

Yo sé cómo se ve en mi mente el apóstol Pedro, yo sé cómo se ve el apóstol Juan, yo en mi mente sé cómo he dibujado a Moisés y su vestimenta, y cuando regularmente voy a pedir un consejo, trato de sentarme con estos personajes y trato de dialogar en mi mente con mis ojos cerrados. Les hago preguntas, les digo: ¿Qué harías tú en mi lugar? Les pregunto y les digo: ¿Por qué hiciste de esa manera? Y en uno de estos diálogos me encontraba yo en mi imaginación, en mi mente, sentado a pocos pies de un condenado a muerte.

Judío de nacimiento, por oficio es fabricante de carpas, por llamado es apóstol. Sus días están contados, está a escasos días de partir de esta tierra; siento curiosidad por saber qué es lo que sostiene a este hombre al acercarse a su ejecución, ¿qué es lo que lo mantiene de pie? ¿Qué es lo que le da vida? Ya está anciano, está flaco, está sin ropa, con frío, está abandonado, no hay nadie a su alrededor, no hay familiares cerca de él.

Así que le hago varias preguntas, ¿tienes familia, Pablo? Y él me responde –Ninguno, ¿qué tal estás de salud? –Mi cuerpo esta abatido y está muy cansado. ¿Algún premio, galardón o trofeo que tengas? –Ninguno aquí en la tierra. Entonces, ¿Pablo, qué tienes? ¿Qué es lo que te sostiene? Si no tienes posesiones, si no tienes premios, trofeos, si no tienes familiares, ¿hay algo que valga la pena? Y me respondió y me dijo –Tengo mi fe, es todo lo que tengo, pero es lo único que necesito, he guardado la fe.

Uno de mis mentores, el apóstol Pablo, me ha dicho guarda tu fe, me ha dicho en varias ocasiones mantente firme, aunque no crean en ti, tienes que saber que Dios está contigo aunque pienses que es imposible, tienes que saber que lo vas a lograr, porque Dios obrará en tu favor, aunque te critiquen, aunque la gente se moleste, aunque la gente no lo entienda; sigue adelante, aunque no reciba reconocimiento, trofeo, mantén la fe, guarda la fe.

Y entonces, después de hablar ese diálogo conmigo, Pablo se recostó sobre la pared y el cepo, todo sucio en ese calabozo donde me encontré con él, y me dijo -Guarda la fe.

El día de hoy quería compartirles algunos de mis diálogos con uno de mis mentores, así he tenido otros diálogos y te lo transmito en el día de hoy porque quiero que aprendas algo que es importante. Puedes perder tu familia, puedes perder un trabajo, puedes perder una ciudad, una casa, una propiedad, puedes perder hasta una parte de tu cuerpo, de tu salud, lo que sea, pero lo que siempre debes de guardar y mantener hasta el final es tu fe.

El apóstol Pablo me dijo –Es lo único que me queda, es lo único que tengo, pero es lo único que necesito. Yo quiero que ustedes salgan en el día de hoy a emprender por medio de la fe, es la fe lo que te da el atrevimiento de tocar puertas, es la fe lo que te permite conquistar, avanzar, extenderte, soñar en grande, es tu fe la única que te va a sustentar hasta llegar a ese lugar.

Por lo tanto, yo quiero pedirte en el día de hoy, que si tu fe había sido atacada, si el enemigo en tus pensamientos había obrado, te había hecho pensar que no valía la pena, que tú no podías, que no eras capaz. Hoy quiero hacerte libre de esos pensamientos, hoy quiero hacerte libre de las mentiras del diablo.

La verdad de Dios dice que Él está contigo y Él es la verdad, y Él te va a ayudar; así que yo quiero, que oremos, clamemos y le pidamos al Señor, hoy quiero ser libre de esos pensamientos y quiero mantener y guardar la fe y seguir firme avanzando hacia mi propósito y mi objetivo.

ORACIÓN

Señor Jesucristo de Nazaret, hoy quiero darte las gracias por la oportunidad que nos has dado de compartir tu palabra, dentro de mis diálogos con la fe me he dado cuenta, que lo más importante es mantenernos firmes, mantener la esperanza de que tú estás con nosotros, y que aunque las cosas se compliquen y muchas ocasiones salgan de manera como no lo esperábamos, Señor, guardar y mantener la fe es lo más importante.

Me lo ha dicho Moisés, me lo ha dicho David, me lo ha dicho Pablo, me lo ha dicho Elías, me lo ha dicho Pedro, me lo han dicho todos los personajes que estuvieron tan cerca de ti; hoy, creo esa palabra, voy a guardar mi fe y me voy a mantener firme.

Señor, hoy te pido por esa persona que está, que por medio de El Devocional leyendo el mensaje de tu palabra, esa persona que escuchó de forma martillante en su cabeza, en su oído, ‘no lo vas a lograr, no puedes, a ti no se te va a dar, no te lo van a aprobar’.

Hoy destruyó, esas palabras, hoy cancelo lo que el enemigo inyectó sobre ellos y declaro que no tiene más poder de estancamiento, porque esto retenía a la persona. En el nombre de Jesús, hoy se caen todas esas mentiras y esa persona, le haces libre por tu Espíritu Santo.

Dios, gracias por estar acá y gracias por tu palabra. En el nombre de Jesucristo de Nazaret oramos.

Amén y amén.

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