𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳:DIOS ES DECORADOR

Efesios 1:19 NTV

También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder.

El apóstol Pablo estaba diciendo que entendieran el gran poder que Dios tiene para nosotros. A Dios le gusta decorar, Él tiene un poder impresionante; si volteas a ver la naturaleza, el decoro con grandes montañas llenas de nieve en el pico de ellas, alrededor de la tierra seca le puso unos mares impresionantes con unas olas espectaculares de ciertos territorios con arena del desierto.

También lo decoró con selvas, con colores, con plantas, con animales. En sí, Dios es un decorador, cuando Dios permanece en el corazón de una persona por mucho tiempo, Él va a empezar a cambiar el corazón de esa persona, va a empezar a decorar, va a empezar a quitar esos cuadros de dolor, de tristeza, de resentimiento, de odio; esos paisajes de desgracia que están en tu corazón, esas cosas antiguas que un día te sucedieron y que te marcaron con enojo, ira y resentimiento.

Dios tiene un poder tan grande para cambiar esos cuadros que estaban ensuciando tu corazón y empezar a decorar con cosas nuevas. Él tiene la capacidad de traer alegría, Él tiene la capacidad de traer gozo, felicidad, Él tiene la capacidad de traer a tu corazón paz, tranquilidad, descanso.

Es solamente cuestión de tiempo y si tú lo mantienes a Él por mucho tiempo en tu corazón, como Él es decorador, Él se encargará de cambiar absolutamente todo lo que está en tu interior y lo transformará para bien.

Así que, por eso es que muchas veces se explica de esa manera las molestias, los dolores que nos suceden, las tragedias. Es que Dios está, trabajando cuando algo se te complica, cuando las cosas no te salen bien, cuando empiezas a decir ¿por qué me pasa esto a mí?, seguramente es que Dios está operando tu corazón.

Y es que es obvio, hay dolor cuando Él trabaja, hay dolor cuando tiene que arrancar las costras del resentimiento, de la ira, los muros del dolor cuando son derribados en nuestro corazón, es claro que se experimenta cierto dolor, cierta incomodidad.

Pero lo importante es, que el carpintero está trabajando, está haciendo su obra en nosotros, transformando nuestra estructura mental y transformando las heridas de nuestro corazón.

Yo quiero que entiendas algo en el día de hoy; Él aspira a grandes cosas contigo, Él es un decorador por excelencia y no te va a dejar abandonado, no te va a dejar tirado, no te va a dejar en el fracaso ni del estancamiento, Él aspira a llevarte a realizar grandes sueños, entiéndelo de esa manera y permítele que Él siga obrando, permítele que Él siga trabajando, permite que Él restaure y lleve a cabo la remodelación completa de tu corazón.

Dios quiere, que seas como Jesús, pero para ello necesitas permitirle tu corazón y permitirle un tiempo para que Él pueda obrar. En esto, es a lo que nos referimos nosotros con el curso de sanidad. Cuando Él viene a tu corazón y empieza a remover el dolor, los escombros del enojo, de la ira y el resentimiento, para empezar a levantar paredes nuevas de gozo, alegría y amor para así empezar a pintar y a decorar el interior, para que en tu rostro se manifieste la grandeza de su poder.

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret. Hoy quiero darte las gracias por permitirnos escuchar tu palabra, el apóstol Pablo pedía que las personas entendieran la increíble grandeza de tu poder para nosotros, y ese poder Dios mío, no se limita solamente a nuestra salvación.

Tu obra va más allá para con nuestras vidas, tus sueños para nosotros son todavía mayores, tú aspiras a grandes cosas con nosotros y por esa razón es que hoy te pedimos que vengas a nuestro corazón y que trabajes en Él.

Han sido muchas las ocasiones en las que hemos impedido tu obrar sobre nosotros. Te hemos rechazado, te hemos sacado, te hemos atado de manos y no hemos permitido que tu hagas tu obra, porque apenas sentimos algún dolor, apenas sentimos que algo se complica, que las cosas no salen bien, nos quejamos.

Señor, es necesario a veces cierto dolor, es necesario a veces cierto sufrimiento como señal y síntoma de que eres tú el que estás llevando la remodelación en nuestro corazón.

Si hay dolor, no importa si esto implica que veremos la felicidad, si esto implica que tendremos gozo y alegría, paz y tranquilidad. Entonces, que se derriben los muros del corazón, que salgan todos esos escombros de odio, de resentimiento que hay en los corazones para dar lugar a una nueva edificación que tú harás en nuestro corazón.

Señor amado, hoy te damos las gracias, te entregamos nuestra vida y la de nuestras familias; te pedimos que cada persona que está y que por medio de El Devocional tengan una remodelación de corazón, por medio de tus manos poderosas, porque tú eres un Dios que sabe decorar.

Gracias mi Padre. En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret oramos.

Amén y amén.

𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳:DIOS ES DECORADOR

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