1 Juan 4:4 (NTV) Pero ustedes, mis queridos hijos, pertenecen a Dios. Ya lograron la victoria sobre esas personas, porque el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo.

Cuando hablamos de que Dios es el que manda, es porque queremos hacer un recordatorio de que al final es el Señor quien determina lo que sucede en nuestras vidas, muchas veces he visto un error muy común dentro de las iglesias cristianas o de los hijos de Dios y es que le otorgan al diablo poderes muchos más grandes que los que Dios tiene.

O sea, muchas de las cosas que les suceden en sus vidas se las otorgan al enemigo, dicen que es el diablo el que hizo esto o lo otro, pero, por más difíciles o duras que sean las situaciones que nos toca atravesar, al final no es el diablo el que tiene el poder o el que manda.

Cuando yo tuve mi accidente vehicular, en el cual mi hijo pierde la vida, muchas personas al mi alrededor decían: “es que el diablo lo provocó” … hasta que un día, predicando y enseñando dije: “bueno, esto es algo que Dios permitió y si Él lo hizo, fue por mi bien, porque su voluntad es perfecta, y aunque esto me causé dolor, un día obrará para mi bien”.

Así que, este recordatorio de que Dios es el que manda, es para que recuerdes que el único que tiene el poder y absoluto total es el Señor, por eso dice el apóstol Juan, porque el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo. El espíritu que está dentro de nosotros es el de Dios.

Dejemos de culpar al diablo por las situaciones difíciles que nos suceden. Queridos, no todo es malo, el Señor utiliza todo para edificarnos y levantarnos. Todo lo que Dios permite en nuestras vidas es para construirnos, fortaleciendo nuestra alma.

Algunos me dirán que, Él manda las cosas desagradables o los castigos para nosotros, pero no es así, Dios todo lo permite, no hay una sola hoja de un árbol sin que el Señor lo sepa y lo conozca, Él tiene todo contado y bajo control, nada se le escapa de las manos. 

Ha varias razones por las que te pasan cosas malas, puede que aún le sigas dando autoridad al mundo de las tinieblas para que eso te suceda, pero no es Dios mandándote un castigo, ese no es el deseo de Él, simplemente permite que pase para que tú reflexiones sobre los pasos que estás tomando y determinar que el Señor es el que manda en tu vida.

Dios es el que toma la última palabra, determina el final de nuestro día a día, tenemos que agradecer al Señor por todo lo bueno que nos sucede y por todo eso que no nos agrada, porque siempre vamos a aprender de la voluntad de Él.

ORACIÓN

Padre Celestial, quiero darte las gracias por la oportunidad que nos das de conectarnos a la fuente de vida. 

Señor, gracias por hacernos entender que el espíritu que está en nosotros es más grande que el que está en la calle, no existe un espíritu más poderoso que el tuyo y Tú lo otorgaste a nuestro interior.

En el nombre de Jesús.

Amén y amén.

¡Bendiciones!