Muchas veces las personas no se sienten merecedores del favor de Dios, y es la razón por la cual las personas no pueden ver las promesas de Él cumplirse en sus vidas.

A qué me refiero con que no se sienten merecedores, he notado que muchas personas cargan culpas internas, se culpan consciente o inconscientemente, cuando es algo consciente, es más fácil de erradicarla, por ejemplo, cuando engañas a tus papás o a tu pareja, tú les dices que sí te sientes bien y que no te ocurre nada, pero la realidad es todo lo contrario, cuando eso ocurre, tú te culpas inmediatamente, porque hiciste algo de forma indebida.

Sin embargo, la cupla interna, es una que es inconsciente y regularmente han pasado años y hemos cargado esos errores por mucho tiempo, estas son más difíciles de erradicarlas porque las personas ya no se acuerdan de eso, por ejemplo, en algún momento atendí a una señora que había abortado hace 13 años de forma intencional.

La señora, en una infidelidad había quedado embarazada y creyó que era más sensato no traer esa criatura a la luz porque era producto de un engaño y no de su esposo, entonces ella optó por abortar inmediatamente.

Ya habían pasado 13 años de ese acontecimiento y por mucho tiempo ella se culpó, pensó cómo sería la vida de ese niño o niña, con el paso del tiempo, ella empezó a olvidar lo que había hecho, sin embargo, la culpa que cargaba no la supo manejar y estaba en su interior.

Este tipo de culpas, te hacen creer que no eres merecedor del favor de Dios, de su ayuda y su bendición, pero con este devocional, estás aprendiendo que el Señor siempre nos guiará bajo cualquier circunstancia.

Debes analizar cuáles son esas culpas conscientes que te hacen creer que no eres merecedor de la bendición y el favor de Dios, pero también revisa y haz una lista de todas esas culpas inconscientes, algo que haya sucedido por mucho tiempo y que nunca lograste resolver, para llevar a la cruz.

Cualquiera que sea la culpa que estés cargando, sea consciente o inconscientemente, debes entender que el deseo y la voluntad de Dios es siempre guiarte y que su fuerza siempre te sostenga.

¿Tú estás dispuesto a recibir ese deseo que viene de parte del Señor? Él siempre será nuestra guía, nos sostendrá con su fuerza, a partir de ahora debes declarar y decir: no estoy solo, no soy huérfano, conozco mi identidad de hijo, tengo la autoestima saludable como el hijo de Dios y soy merecedor de sus bendiciones. 

Pero no olvides algo importante, si quitas todas esas culpas, no tienes por qué estar acumulando otras nuevas, no debemos fallarle a la gente y más importante a Dios.

ORACIÓN

Padre Celestial, Tú siempre serás nuestra guía, en cualquier circunstancia en la que nos encontremos, tu deseo es guiarnos y ser nuestra fortaleza. Mi Dios, hoy queremos liberar, soltar y sacar en nuestro interior.

Te lo pedimos en el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!