Salmos 34:5 (NTV) Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro.

¿Conoces el rostro de la alegría? ¿Cuándo te miras al espejo, lo has visto en ti? De lo que sí estoy seguro es que tú has visto el rostro opuesto, porque la oscuridad se nota en las personas.

Sé que algún día quedaste impresionado de ver el rostro de alguien que estaba apagado, sin brillo y vida, pero, ¿cuál es la razón o qué les sucede a las personas para que estén así?  Cuando las personas han guardado u ocultado acciones con Dios, por ejemplo, hacen algo indebido y se ocultan de su pareja e hijos, tienen calma de no ser expuestos, pero con el Señor no se puede, Él lo sabe y conoce todo, desde lo más profundo de sus corazones.

Entonces, cuando una persona sabe que tiene cuentas pendientes con Dios, no puede experimentar alegría o la vida a plenitud, muchos pueden sobrevivir, pero lo hacen con un disfraz, el cual les ayuda a seguir con sus actividades cotidianas, pero el rostro de la alegría es diferente y este se produce de la relación que tenemos con Dios, cuando no tienes cuentas pendientes con Él.

No te confundas hay un brillo natural, que yo lo llamo el del carisma, hay personas que sin pasar tiempo con Dios tienen ese carisma, pero el brillo del que yo te hablo es superior y distinto aparece en cualquier persona sea o no carismática, hay quienes no tienen gracia, como los grandes líderes, son más introvertidas, sin embargo, hay un brillo resplandeciente en ellos, porque viven en paz, tranquilidad y están en tranquilidad con Dios.

Son el tipo de personas que no le deben nada a nadie y no me refiero a una deuda económica, son los que no tienen por ahí una cuenta de perdón con alguien, no le han hecho nada indebido a un compañero, son el tipo de personas que no acostumbran a burlarse de los demás.

En este tipo de personas, se puede ver el rostro de la alegría, porque han alcanzado un nivel superior, se han desarrollado a nivel espiritual y han madurado de tal manera que tú lo notas, porque su atmósfera cambia.

Cuando esas personas llegan, se siente la paz, la alegría y tranquilidad en el ambiente, porque son personas cargados de la presencia de Dios y esto también se puede ver en ejemplos, Moisés resplandecía cuando subía a la montaña a tener comunión con el Creador, dice la Biblia.

¿Por qué nosotros no hemos de resplandecer? El rostro de la alegría debería manifestarse en nuestras vidas.

ORACIÓN

Padre Celestial, queremos darte las gracias porque Tú Palabra alumbra nuestras vidas y cuán dichosos son aquellos quienes se han puesto a cuentas contigo, quienes buscan de tu Palabra y presencia, que venturosos son aquellos que no comparten con personas que solo mira las cosas negativas de los demás.

En el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!