Efesios 6:13 (NTV) Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes.

En esta ocasión me refiero a estar firmes por siempre en un tiempo prolongado o en un tiempo perpetuo, algo que los creyentes o las personas que desean acercarse a Dios ignoran continuamente es esa batalla invisible que sucede todos los días en sus vidas, es una batalla que no para y se le conoce como guerra espiritual y es una lucha de parte del diablo hacía todos los creyentes.

El objetivo del enemigo es que tú abandones el camino del Señor Jesucristo y en medio de esa lucha, el diablo usará todo tipo de estrategias o artimañas, pero sobre todo utiliza tentaciones de las cuales tienes debilidad.

Por ejemplo, para la persona que se recuperó de una adicción al alcohol, no lo va a tocar con otra cosa que no esté relacionada al licor o al vicio que la persona recién se recuperó, solo con el fin de hacerlo caer, para una persona que se está recuperando de inmoralidades sexuales, va a ser atacado por esa área de cual se está recuperando.

No debes olvidar que esta es una lucha continua, nunca se va a detener, pero hay algo importante que la Biblia nos dice, nuestras armas no son físicas, no son humanas, las armas que debes usar para vencer esta lucha son espirituales. 

Te voy a dar tres armas poderosas que te van a servir para combatir y mantenerte firme por siempre, no por una temporada, por SIEMPRE, porque el Padre no te quiere sacar y apenas cambiar tu estilo de vida, para que después lo abandones.

La voluntad de Dios es que nos mantengamos firmes por siempre y por eso nos advierte y nos dice que debemos ponernos todas las piezas de su armadura, para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal.

¿Cuáles son las tres herramientas espirituales? La primera, la oración, debes mantenerte orando, una persona que lo hace es una que se mantiene advertida por Dios, en lo personal, yo mantengo una oración continua todos los días, muchas veces mientras me baño o conduzco habló con el Padre y Él me advierte de todo lo que el enemigo me puede hacer. 

Segunda herramienta, la lectura de la Palabra, ella es la guía para todo tiempo y todo momento, debes establecer como hábito, todos los días leer la Biblia, así sea un solo versículo, porque cuando lo hacemos podemos escuchar la voz del Padre, son sus pensamientos, plasmados en hojas.

Tercera herramienta, la adoración, cuando adoras a Dios y le expresas honor y devoción, Él estará sentado en el trono guiándote, porque has decidido sujetarte bajo su autoridad.

ORACIÓN

Padre Celestial, quiero agradecerte por la oportunidad que nos das de la vida y poder aprender de tu palabra.

Señor, queremos mantenernos firmes por siempre, no apenas por una temporada o un par de años, sino seguir este camino tan preciso que trazaste para nosotros hasta que nos despidamos de este planeta, mi Dios.

En el nombre de Jesús.

Amén y amén.

¡Bendiciones!