1 Corintios 6:11 (NTV) Algunos de ustedes antes eran así; pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Querido, este versículo te muestra que no estás esperando ser limpio, santo o justo algún día en el futuro. Ya eres limpio, ya eres santo, ya eres justo por la sangre de Cristo. Es vital que aceptes y reconozcas lo que Dios ha hecho en ti. Estas características conforman tu nueva identidad.

Piensa en cómo las personas actúan conforme a lo que creen que son. Por ejemplo, si alguien se considera ladrón, actuará como tal, si te consideras limpio, actuarás como alguien limpio; si te consideras santo, actuarás como alguien santo; y si te consideras justo, actuarás con justicia. Tu identidad en Cristo te transforma completamente.

Es fundamental que dejes atrás la antigua identidad que tenías antes de conocer a Cristo. La Biblia no dice que un día serás limpio, sino que ya eres limpio. No dice que algún día serás santo, sino que ya eres santo. No dice que un día serás justo, sino que ya eres justo. No te aferres a lo que eras antes; abraza lo que eres ahora gracias al Señor.

El evangelio, te dice que eres una nueva criatura en Cristo. Todas las cosas viejas han pasado y todas son hechas nuevas. Ahora que eres hecho nuevo, Dios te ha limpiado, te ha hecho santo y justo. Desde este conocimiento, empezarás a actuar conforme a tu verdadera identidad.

ORACIÓN

Padre Celestial, te doy las gracias por hablarnos a través de tu palabra. Presentó específicamente ante ti nuestras vidas y las áreas donde hemos estado en conflicto con nuestra identidad. 

Ayúdanos a dejar atrás lo que era antes y a aceptar plenamente la obra que has hecho en nosotros. Permítenos vivir conforme a nuestra nueva identidad, sabiendo que ya somos limpios, santos y justos por el poder de tu sangre. 

En el nombre de Jesús de Nazaret. 

Amén y Amén.

¡Bendiciones!