Cuando hablamos de la vida del futuro, me refiero a ¿cómo va a ser esa vida que tendremos en la eternidad? Porque primero, antes de hablar de esto, tenemos que reconocer una cosa y es todo lo que Jesucristo vino y dijo, lo ha cumplido; no hay una sola cosa, que Él no haya cumplido o que Él haya mentido.

Habló de guerras y rumores de guerras y lo estamos experimentando, habló de que se levantará nación contra nación, y lo hemos visto a lo largo de la historia, habló que el amor de muchos se enfriará y hoy los videos sobran en la Internet para darnos cuenta, que el amor de la humanidad se está enfriando y que podemos ver maltratos, abusos físicos, abusos emocionales, abusos incluso hacia los animales y cualquier tipo de malicia, donde nos damos cuenta que el amor se está enfriando.

Absolutamente todo lo que el Señor Jesucristo dijo, hemos visto que se cumple lo que dijo de Él mismo se cumplió. Y hay algo importante e interesante, habló sobre la vida del futuro y dijo que en su casa había muchas moradas, muchas habitaciones, había muchos hogares y que Él estaba preparando ahí arriba para que nosotros estemos, donde el Señor estaría.

Es decir, lo que nos enseña acerca de la vida futura es que nuestro cuerpo va a cambiar, nuestro cuerpo va a ser transformado. Probablemente, atravesaremos paredes, probablemente nos movamos de un lado a otro a la velocidad de la luz; no sabemos con exactitud cómo será, pero lo que sabemos es que tendremos la gloria de Él en nuestros cuerpos. 

Ahora, la pregunta aquí importante es ¿en esa vida del futuro llevaremos aún las cicatrices del dolor en nuestra vida? ¿Llevaremos las marcas de la guerra? ¿Las desfiguraciones de la enfermedad, del dolor corporal que hemos atravesado acá en la tierra? ¿Las heridas de la violencia permanecerán en nuestros cuerpos? Es una pregunta muy interesante.

Sin embargo, en este caso sólo podemos emitir una opinión, porque la Biblia no nos dice con exactitud; lo que sabemos es que el Señor Jesucristo guardó sus heridas, por lo menos por cuarenta días que se estuvo presentando o apareciendo aquí en la tierra antes de partir al cielo. Pero yo creo, y mi opinión es que en el cielo no guardaremos nuestras heridas, nuestro cuerpo será transformado de tal manera que tendremos la gloria de Él, y es lo que la Biblia nos enseña y nos dice.

Así que, hoy solamente quiero recordarles que Él prometió, que estaríamos en donde ya está, y nosotros estamos acá preparados para irnos en cualquier momento a la eternidad con Él. Si se te había olvidado, hay una vida futura para nosotros, una vida en el futuro, y esa vida es una vida transformada con un cuerpo totalmente diferente, que tendrá habilidades totalmente nuevas y que reflejaremos la totalidad de la gloria suya.

Con esto en mente, vamos a hacer de nuestro día, nuestro fin de semana, el diario andar con nuestra familia, sabiendo y pensando que una vida futura nos espera y que por lo menos, Jesucristo nos dio información general de esa vida futura. Estaremos juntos con Él.

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo, en el día de hoy te damos las gracias por la oportunidad que nos das de aprender de tu Palabra.

Señor, nos has anunciado que nuestro cuerpo será transformado, este cuerpo de humillación, este cuerpo en el que hemos vivido tantos dolores y que está marcado por las guerras, las peleas.

Señor, nos dijiste que este cuerpo será transformado en la vida del futuro y reflejaremos la gloria tuya, Dios. Creemos a esa palabra, creemos lo que nos dijiste y prometiste, porque también todo lo que dijiste que sería, lo estamos viendo pasar ante nuestros mismos ojos, creemos, Dios, absolutamente todo lo que tú anunciaste a través de Jesucristo, la Biblia y los apóstoles y profetas. Creemos Señor, que una vida futura nos está esperando a nosotros.

En el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.