1 Corintios 15:33 (NTV) No se dejen engañar por los que dicen semejantes cosas, porque «las malas compañías corrompen el buen carácter».

Me gusta utilizar los títulos que la misma Biblia nos da, porque al final es la Palabra de Dios y hoy quiero hacer contigo un análisis de lo que es una mala compañía, porque aquí hay un peligro latente, la Palabra nos advierte que, las malas compañías van a corromper nuestras buenas costumbres o nuestros buenos propósitos.

Es muy normal que tú y todas las personas piensen que esas malas compañías son los borrachos, los drogadictos o personas que tienen buenas prácticas o con gustos equivocados, pero hay más malas compañías de las que nos podemos imaginar. 

No necesariamente son solo esas personas, hay otros que también son malas compañías sin ser alcohólicos, ladrones o asesinos, puede ser, incluso, una familia o una persona de buena reputación, pero cerca de ti puede que no te convenga.

Entonces, qué es lo que tienes que analizar para saber qué y quiénes no son buenas compañías, cuando, a pesar de su buena imagen, va totalmente separada, opuesta o contraria a lo que tú estás alineado o crees.

Por ejemplo, si tu familia está enfocada en un propósito divino, un llamado que Dios les dio y por esa razón asisten a una iglesia, donde creen que el Señor los llamó y se mantienen enfocados, puede ser que otra familia u otra persona, aunque tenga buen carácter, a lo mejor, no le parece la manera en la que ustedes ejerce la fe en la iglesia a la que asisten y empieza a descalificar el valioso lugar que frecuentan.

Las malas compañías pueden ser aquellas que, aunque aparentemente tengan buena imagen, no están alineadas igual que tú y por qué, porque tarde o temprano pueden más las malas influencias que las buenas, tú no puedes lograr que esa persona vean de la manera que tú lo haces, pero sí puede ser que él o ella te influencien en las manera que ves las cosas. 

Hoy quiero invitarte a meditar y a reflexionar, ¿hay una mala compañía cerca de ti? Identifícalos muy fácil, es el tipo de personas que, cuando tú presentas o propones una idea o sueño, de inmediato la persona habla cosas negativas, aunque esa persona sea de buen carácter, tenga una buena familia o reputación, se convierte en mala compañía cuando tú ni siquiera te atreves a contarle lo que sueñas. Si la persona te apoya o te anima, entonces sí es una buena compañía.

Cuidado con todas esas malas compañías, porque a veces se cuidan de los no esconden sus malas conductas, pero dejamos pasar esas personas que sí tienen buena reputación y ocultan la maldad en su corazón, júntate con personas que sí están alineados a lo que crees.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos las gracias por la oportunidad que nos das de alimentarnos de tu Palabra, mi Dios.

Señor, gracias por decirnos que una mala compañía, también puede ser alguien de buena reputación, pero si tiene opiniones diferentes a las nuestras y no está de acuerdo con lo que nosotros creemos, Tú nos adviertes que nos mantengamos alerta, de esas malas compañía.

Señor te damos las gracias, en el nombre de Jesús.

Amén y amén.

¡Bendiciones!