Gálatas 6:7 (NTV) No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra.

Antes de saber cuáles son las mejores semillas, debes entender que, cada acción que nosotros hacemos, cada decisión que tomamos o cada cosa a la que le inviertes más tiempo se va a convertir en una semilla y, por ende, va a dar una cosecha.

Muchas veces las personas piensan que, el hacer algo indebido pero que nadie se da cuenta, está bien, se confían porque nunca nadie se dará cuenta, pero, esta semilla es incorrecta, es errónea, más adelante saldrá a la luz, en cualquier momento; la Biblia dice que nadie puede burlarse de la justicia de Dios.

En lo personal, hay algo que me gusta mucho del sistema de justicia aquí en los Estados Unidos, continuamente escuchamos lamentables noticias como accidentes, asesinatos, tiroteos o delitos y es solamente cuestión de semanas para reportarnos que capturaron al agresor o agresora y si no es así, ellos mismos se entregan ante la justicia por la presión que se les ejerce. 

Cuando mi esposa y yo sufrimos el accidente vehicular, en el cual mi hijo Matías de 4 años perdió la vida, tardaron 4 años más en detener al joven que ocasionó el accidente porque iba bajo los efectos alucinógenos y del alcohol, él había escapado, estaba huyendo y se estaba escondiendo, pero ante un buen sistema de justicia, todo sale a luz y tarde o temprano se va a cosechar lo que se sembró.

Si así es el sistema de justicia de Estados Unidos, que no es perfecto, imagínate como es el sistema de justicia de Dios, que sí es perfecto, 100% justo, dice la Biblia, No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra.

No importa si es tarde o temprano, las semillas buenas son las de la obediencia. Hay que obedecer en lo poco, en lo oculto, en lo íntimo, obedecer a Dios en lo público, hoy, mañana y siempre.

La semilla de la obediencia es la mejor que nosotros podemos sembrar, porque tarde o temprano cosecharemos de ellas.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús te damos las gracias por la oportunidad que nos das de nutrirnos de tú palabra.

Señor, hemos aprendido y nos has dicho que las mejores semillas son las de la obediencia, en público y en privado, en las multitudes y en lo secreto, en cualquier circunstancia esas son las mejores semillas.

En el nombre de Jesús.

Amén y amén.

¡Bendiciones!