Salmos 37:27 (NTV) Aléjate del mal y haz el bien, y vivirás en la tierra para siempre.

Cuando la Biblia nos da este consejo de alejarnos del mal y hacer el bien, parece fácil, pero en la práctica es más complicado, por eso estoy aquí para animarte, motivarte y darte esta palabra de Dios.

Pero, ustedes se preguntarán de cuál mal nos hablan, si no son asesinos, narcotraficantes, o abusadores, por ejemplo, imagínate una persona que tiene una vida doble, ante la sociedad presenta una imagen, sin embargo, en privado es otra completamente distinta, como esa pareja que espera que su esposa o esposo, salga de casa para irse a ver con su amante, pero cuando llega la noche, debe volver a la casa con su familia y fingir que nada está pasando.

Lo que las personas no saben es que, esta vida doble, nos destruye. Cómo podrá vivir una persona que, ante la sociedad se presenta como una persona de bien, pero, en lo privado, critica y habla de los demás, no es capaz de desear el bien a los demás, cómo podrá vivir, porque a eso no se le puede llamar vida, porque solamente se la pasan haciendo el mal.

“Aléjate del mal y haz el bien, y vivirás en la tierra para siempre.” A esta ley, los orientales le llaman karma, si hacen el mal, recibirán mal, si hacen bien, recibirán bien.

Nosotros no creemos en la ley del karma, nosotros creemos en la ley de la siembra y la cosecha, la Biblia dice que, lo mismo que nosotros sembramos, es lo mismo que vamos a cosechar. Pero esta ley es muy clara, lo que sembremos en privado, será lo que cosechemos en público, porque las semillas que sembremos en escondidos o en privado, van a terminar dando su fruto delante de todos.

Muchos se confían porque ese fruto de maldad no se ve, porque tarde o temprano se va a evidenciar, a veces tarda una o dos generaciones llega esa maldad. Por eso es importante seguir esta ley escrita en la Biblia, para que nuestro legado perdure. 

Pero no importa el nivel de maldad, esta ley aplica desde el daño o pecado más grave, hasta el mal más pequeño, como hablar mal de los demás, señalar, criticar, juzgar o hasta el enojo excesivo, en estos casos la Biblia no nos dice que no lo hagamos, pero sí que lo debemos controlar y no que el enojo nos controle a nosotros.

A veces nosotros creemos que esas cosas no son tan malas o que no aplican para esta ley, pero esas pequeñas cosas son las que más deberíamos atender, es hora de expulsar esas cosechas, hoy la palabra de Dios nos dice que, debemos de dejar de hacer el mal y tenemos que empezar a hacer el bien.

ORACIÓN

Padre Amado, gracias por el consejo que nos has dado, apartarnos del mal y empezar a hacer el bien.

Señor, Tú haces que el rostro de los justos resplandezca, pero aquella persona que oculta cosas de su vida, la oscuridad se puede notar en su rostro, se puede notar su falta de paz y tranquilidad, porque al momento de dormir, solamente ellos y Tú saben qué es lo que están ocultando.

En el nombre Jesucristo.

Amén y amén.

¡Bendiciones!