Sofonías 3:18 (NBV) Por ti lanzará gritos de júbilo, como si hubiera fiesta. Él ha prometido liberarte de todo aquello que te causa sufrimiento y tristeza.

Me gusta esta versión de la Biblia, porque en este versículo dice que, el amor de Dios es tan inmenso y grande por nosotros, que Él hace fiesta de júbilo por nosotros.

Quiero que para esto pienses en la última vez que tuviste la oportunidad de ir a celebrar a tu hijo en el deporte que práctica o en su actividad favorita, ¿cómo celebraste tú con él? ¿Te importó si el partido lo ganó o lo perdió? A ti no te importó si tu hijo juega bien o jugó mal. 

A ti lo que te importaba en ese momento es que, es tu hijo, que lo amas y que estás ahí para aplaudirlo, animarlo y para hacerle ver que estás con él en los mejores momentos de su vida, en las etapas más determinantes.

Queridos, eso es exactamente lo que Dios hace con nosotros, tan grande es su amor que no solamente hace fiesta, sino que además Él prometió que se iba a encargar de quitar de nosotros todo sufrimiento y toda tristeza.

Con este devocional, quiero hacerte ver que el sufrimiento, el castigo, el dolor y la tristeza, no es la voluntad de Dios para tu vida. Nunca pienses o creas que te pasa algo porque Dios te está castigando o porque te lo mereces, no hay que pensar de esta manera, porque esa no es la voluntad de Dios. El Señor promete que va a quitar todo aquello que te lo causa.

Dios prometió liberarnos de todo aquello que nos causa sufrimiento y tristeza. Entonces, lo que necesitas ahora es abrirte a Él y exponer ante Él qué es aquello que te causa dolor, cuéntaselo al Señor, no porque Él no lo sepa, sino para que puedas liberarte y apropiarte de esta promesa.

Tienes que ser consciente de qué es aquello que actualmente te causa sufrimiento y tristeza, por una simple razón, la voluntad de Dios es que seas libre, cuando nos apropiamos de su voluntad, podemos disfrutar de esas promesas.

Queridos, tiene que llegar el nivel en cada uno de nosotros de madurez emocional donde podamos decir que no haya algo que nos provoque dolor o sufrimiento, porque Dios lo ha cancelado. Permite la libertad que solamente Dios puede darte.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús, te damos las gracias porque a través de tú palabra nos guías y nos muestras cómo debería ser nuestra vida.

Señor, tú voluntad es que en nosotros no haya sufrimiento y dolor. Queremos caminar y llegar al nivel en el que nada nos produzca tristeza.

En el nombre del Señor.

Amén y amén.

¡Bendiciones!