Alfa 103.9FM
Una Señal Celestial

𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳:OBRA EN PROCESO

Filipenses 1:6 NTV
 
Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.
 
Quiero contarte una historia, hace un par de años atrás, conocí a una persona que asistió a la iglesia y estaba bajo una situación muy complicada porque él sufría de adicciones y no solamente era la cuestión del alcohol, sino que también usaba algunas drogas y no podía dejarlas por sus propias fuerzas. 
 
Alguien un día le recomendó que viniera donde nosotros y se entrevistó conmigo; en aquella entrevista yo le pregunté si él creía en el Señor Jesucristo. Con convicción me dijo –Absolutamente, yo creo, yo conozco de la Biblia y yo sé que Él es el único que puede salvarme y rescatarme, le pregunté – ¿Confías que Él es tu Salvador y tu Señor? Y me dijo –Si yo lo he hecho, pero es que fallo, es que cuando trato de no volver a consumir vicio, hay una fuerza mayor que me vence y entonces de esa manera no me siento yo digno de ser hijo de Dios.
 
En ese momento le dije –Bueno, quiero que cambies tu mentalidad a partir de ahora, quiero que empieces a declarar y a decir que tú eres hijo de Dios; quiero que empieces a declarar y a decir que tú eres santo, que tú has sido lavado y que tú eres justo. 
 
Me dijo: –No, pastor, cómo es posible si yo soy un bebedor y además me gustan las drogas, yo le dije –Sí, pero ahora tienes que aceptar la Palabra de Dios y la Palabra de Dios dice que los que creen en Jesús han sido lavados, han sido justificados, han sido perdonados y también dice que su sangre nos santifica. Me dijo –No, pastor, pero es que yo bebo. Aquella persona insistía nuevamente y él se decía que era bebedor, que él no era hijo de Dios. 
 
Yo le dije es que lo que tú declares que eres es en lo que te convertirás, si tú continúas diciendo que eres bebedor, nunca saldrás de esa atadura, empieza a declarar que eres hijo de Dios, empieza a declarar que eres perdonado, empieza a declarar que has sido lavado, justificado y que su sangre te ha santificado también. Me decía: – No, pastor, yo no puedo, no me siento digno.
 
Por última vez,  le alcé la voz y le dije: – ¿Vas a declararlo o no?,  ¿lo crees o no lo crees? Y él me dijo: –Es que yo creo en Jesús y en su obra, pero yo no creo que la pueda recibir porque no soy digno.
 
Le dije por última vez: –Pues a partir de ahora, si tú crees la obra que Él hizo, la hizo por ti, acéptala y recíbela. Vente a la iglesia declarando que eres hijo de Dios, no me importa si vienes tomado, no me importa si vienes drogado, pero vente a la iglesia y siempre declarando que eres hijo de Dios; me dijo: –Está bien, pastor, lo voy a hacer.
 
 Pasaron unas semanas, y lo encontré nuevamente en la iglesia y estaba tomado, me dijo: – ¡Pastor no puedo! Y yo le dije: – ¿Pero qué eres? ¿Eres bebedor o eres hijo de Dios? Soy hijo de Dios. ¡Perfecto!, sigue viniendo a la iglesia, eres hijo de Dios y no me importa si vienes bebiendo, no me importa si vienes con drogas, pero sigue viniendo a la iglesia. 
 
Lo seguí viendo, después unas semanas lo encontré y ahora ya no había tanta bebida, ahora era diferente. Le dije: – ¿Qué eres, bebedor o hijo de Dios? Soy hijo de Dios, pastor, me siento mejor y así de esa manera, hasta que a lo largo de ocho meses aproximadamente se recuperó, fue totalmente libre de sus cadenas y sus ataduras.
 
Le guíe en otros procesos y lo pasé por el curso de sanidad obviamente también. Hoy este hijo de Dios es libre del alcohol, de las drogas y de todo vicio; ¿por qué te digo esto?, porque tú eres una obra en construcción, eres una obra en proceso.
 
A veces somos muy crueles con nosotros mismos, Dios con frecuencia incluso es más paciente con nosotros, que lo que nosotros mismos somos de pacientes hacia nosotros. A veces damos por sentado que si caemos, no somos nacidos de nuevo.
 
Decimos ‘ay yo no, yo no soy salvo porque volví a fallar, porque volví a cometer un error’. Si tropezamos, a veces pensamos que no nos hemos convertido de verdad, si aún tenemos viejos deseos en la carne o pensamientos absurdos o pensamientos desenfrenados, pensamos y decimos ‘es que yo no soy una nueva criatura, es que el Evangelio no es para mí’. 
 
Amigos, ese es el pensamiento y la palabra del diablo, el diablo es el único que te hace pensar que tú no eres hijo de Dios, el diablo es el único que ataca tu identidad, es lo que vino a atacar con Jesucristo.
 
Si de verdad eres Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan. Si de verdad eres hijo de Dios… y empezó a atacar la identidad, no permitas que el diablo en tu mente ataque tu identidad, tú eres hijo de Dios, a esta persona le preguntaba si era bebedor o eres hijo de Dios y él tenía que confesar que era hijo de Dios, porque lo que tú declares, en eso te convertirás.
 
Mientras él se la pasaba diciendo que era bebedor, no podía salir de la bebida. Tenemos nosotros que entender algo que es bien importante respecto a esto, y quiero que lo recuerdes como dice en  Filipenses 1:6 Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.
 
Eres una obra en proceso, el hecho de que hayas cometido un error no quiere decir que no eres hijo de Dios, el hecho de que hayas tenido un tropiezo no quiere decir que estás destinado al infierno.
 
Acepta su gracia, pero no hagas de su gracia un libertinaje, ese no es el mensaje que quiero dar; el mensaje que quiero dar, es que entiendas que eres una obra en proceso, que eres hijo de Dios y al estar en proceso no quiere decir que no le perteneces a Él. Si tú ahora mismo estás luchando contra algún hábito, el cual dices esto, yo sé que a Dios no le agrada o no lo aprueba; quiero mejor que analicemos si eso es una atadura y esa atadura podría romperse.
 
Vamos a orar y si hoy identificaste alguna atadura, quiero que entiendas algo. Eres una obra en proceso y esa atadura no es tu fin, de esa atadura Dios te va a soltar, va a romper esas cadenas porque de aquí despegará si aceleradas como no tienes idea.
 
ORACIÓN
 
Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret. Te quiero dar las gracias por la oportunidad que nos has dado en el día de hoy de leer tu Palabra; hoy aceptamos y recibimos que somos una obra en proceso.
 
Señor, te queremos agradecer porque eres mucho más paciente, de lo que nosotros somos con nosotros mismos. A veces somos tan crueles y despiadados que nos castigamos, nos auto evaluamos y nos auto condenamos pensando que no somos merecedores y el enemigo hace su parte y su función diciéndonos que no somos hijos tuyos, atacando nuestra identidad de hijos, pero hoy nos hacemos libre de eso y aceptamos tu gracia, aceptamos tu amor, tu misericordia.
 
Entendemos y aceptamos que somos una obra y que estamos en proceso Señor amado, perdónanos, y si hay una atadura en nuestra vida que hoy hemos descubierto, ayúdanos a ser libres totalmente de esas ataduras, que esas cadenas se puedan romper y caer para que esta persona pueda despegar. 
 
Mi Señor, hay personas que están ahora leyendo El Devocional, que tienen ataduras aún en sus finanzas, que estas no pueden fluir, estas no pueden ver crecimiento y multiplicación. Hoy yo te pido, Señor, que esas ataduras, puedan caerse y esta persona pueda despegar. Hay personas que están en enfermedad, mi Dios, y es por medio de una atadura.
 
Señor, te pedimos por esas personas para que sean totalmente libres por medio de tu bendita palabra y de tu obra preciosa que has hecho por cada uno de nosotros. 
 
En el nombre de Jesucristo de Nazaret oramos.
 
 Amén y amén. 

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