2 Corintios 1:20 (RVR1960) Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.

Promesas y propósitos, dos palabras muy importantes, que a veces no sabemos distinguir una de la otra, aunque las dos van de las manos y caminan juntas. Todos sabemos que la Biblia está llena de promesas, nos han enseñado y nos han dicho que, Dios ha prometido grandes cosas para sus hijos. 

Lo que la gente no sabe es que esas promesas están condicionadas a la voluntad o al propósito que Dios tiene para nuestras vidas.

 La mayoría de las personas se frustran cuando no ven una promesa cumplirse en su vida, por ejemplo, te voy a hacer cabeza y no cola, a veces las personas con esa promesa bíblicas ingresan a una empresa, pensando que no tienen que empezar desde abajo aprendiendo las cosas básicas, asumen y piensan que Dios les prometió ser gerentes de inmediato.

2 Corintios 1:20 (RVR1960) Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.

Todas las promesas de Dios son SÍ, ninguna de ellas va a dejar de cumplirse, todas se van a cumplir. Las promesas de Dios están sujetas a sus propósitos y Dios quiere hacer más que cumplir tus caprichos de ser gerente, Él quiere cumplir en tu vida su propósito. El Señor quiere hacerte la imagen de Cristo formada en tu interior, más que ser un gerente.

Dios te está conformando a la imagen de Cristo, muchas veces no vas a ver su promesa cumplirse antes de que se cumpla su propósito. Te lo digo por experiencia.

No te afanes buscando la promesa, mejor enfócate en que el propósito de Dios se cumpla en su vida. Si tú estás permitiendo que Dios cumpla su propósito en tu vida, entonces verás todas sus promesas cumplirse delante de ti.

ORACIÓN

Padre Celestial, en nombre de Jesús, te damos las gracias por la oportunidad que nos das de aprender más tu palabra.

Señor, más que el deseo de cumplir nuestros caprichos y peticiones tan engañosas, Tú quieres que tu propósito se cumpla en nuestra vida. Señor, hoy nuestra oración es pedirte, es que tu imagen sea conformada en nuestras vidas.

En el nombre de Jesús.

Amén y amén.

¡Bendiciones!