Romanos 8:31 NTV

¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como estas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?

Yo creo que este versículo lo has escuchado, lo has recitado incluso en muchas ocasiones lo has memorizado; pero me he dado cuenta que las personas no lo han analizado a profundidad y por eso te voy a hablar en el día de hoy bajo el tema Tu mejor aliado. 

¿Quién es tu mejor aliado? En Muchas ocasiones pensamos que es ese socio con el que hacemos negocios y que emprendemos donde nos sale todo bien. No, él no es tu mejor aliado, muchas veces pensamos que es nuestra esposa o nuestro esposo, que nos acompañan en las aventuras de la vida y que juntos emprendemos y que juntos soñamos, pero ni siquiera es con la persona que más tiempo pasas durante el día.

No es tu mejor aliado, tu esposo, tu esposa, tu mejor aliado es el que muchas veces nosotros lo tenemos descuidado e incluso ni siquiera lo tenemos presente en nuestra mente, en nuestro corazón. 

La pregunta no es sencillamente ¿quién contra nosotros? Hay más que eso, tú puedes responder si yo te pregunto ¿quién es contra ti?, tú me darías rápido respuesta me dirías –Bueno, contra mí tengo una enfermedad que estoy ahora mismo atravesando, y de pronto está pasando ahora mismo contra mí, la envidia de ciertas personas, de ciertos compañeros de trabajo, una economía complicada, difícil, que tengo que aprender a manejar y subsistir aún a pesar de la dificultad.

O a lo mejor tú me dirás –En contra de mí está el acecho del divorcio porque, con mi esposa las cosas no han marchado bien en los últimos meses y hemos estado hablando de divorcio. Si yo te preguntara ¿quién es contra ti?, de inmediato me darías respuesta, me hablarías de todo lo que se te opone, de todo lo que se te complica, de todo lo que últimamente ha salido mal, de todas las calamidades que te acosan y los temores que te aprisionan.

Sí la pregunta de Pablo hubiera sido ¿Quién y contra nosotros?, podríamos enumerar a todos nuestros enemigos mucho más fácilmente que combatirlos, los podríamos poner en una lista y anotar a cada uno de nuestros enemigos, pero la pregunta no es sólo así, la pregunta que hoy te hago es ¿Quién está contigo? ¿Quién es tu aliado? Y este versículo Romanos 8:31 nos dice: Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra? Aquí no se está acentuando o elevando o exaltando a los enemigos; aquí se está exaltando al Creador, al Todopoderoso, a tu mejor aliado. 

Eso es lo que el día de hoy quiero que cambies, deja de ver a los enemigos más altos, más elevados, más exaltados y empieza a elevar a tu mejor aliado, empieza a exaltar a tu mejor aliado. La gente ve, las dificultades muy grandes y las ves de esa manera porque no han visto la grandeza de su Dios, no han visto la grandeza de su mejor aliado.

Hoy quiero que entiendas que tu mejor aliado, no es tu socio, no es tu compañero de trabajo, no es tu hijo el favorito, no es tu esposa con la que pasas tanto tiempo; tu mejor aliado es el creador de los cielos y de la tierra, el creador de los océanos, el es tu mejor aliado. Si Dios está contigo, su favor te va a ayudar. 

Tus padres bien pudieron haberse olvidado, tus maestros pudieron no haberte prestado atención, tus hermanos pudieron haberle causado problemas, conflicto, hablar en contra de ti, tener envidias, pero dentro del alcance de tus oraciones está el creador de los océanos, tu mejor aliado, ese, que a veces descuidas, ese aliado que a veces ni siquiera tienes en mente, ese aliado que ni siquiera piensas un poquito en él, deberías tomarte de la mano de Él, porque Él te va a ayudar. 

Ni la humanidad ha podido restarlo, la humanidad no ha podido hacerlo callar, su palabra sigue hablando, su palabra sigue siendo viva, sigue siendo real, sigue transformando vidas; ni la muerte pudo con Él, se abrió y se levantó y se movió la tumba de Lázaro, se levantó y se removió la piedra donde lo sepultaron al Señor Jesucristo; ni siquiera la misma muerte pudo con Él. Ese, ese amigo es tu mejor aliado, ese, es el que debes de tomar de la mano, exaltar, engrandecer; así, todas las puertas se te abrirán.

Vamos a hacer la oración para decirle al Señor Jesús, tú, eres mi mejor aliado, dejaré de ver a los enemigos como algo grande que enfrentar, para empezar a ver la grandeza que está en tu nombre.

ORACIÓN:

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, en el día de hoy te damos las gracias por esa oportunidad que nos das de invocar tu nombre, de reconocer tu grandeza y pedir perdón, porque hemos exaltado más las dificultades que enfrentamos, hemos engrandecido, le hemos dado tanto poder a nuestros problemas, a nuestros adversarios, a la enfermedad, a los obstáculos, y mientras más los exaltamos, más grandes se hacen.

Hoy, por medio de este devocional, cada uno de nosotros hemos entendido que no se trata de quién es que está contra nosotros, se trata de enfocarnos en el que está con nosotros, en nuestro mejor aliado, en el que creó los océanos, que remueve piedras, que venció a la muerte, el que no ha experimentado ninguna sola derrota. ¡Mi Dios! y con eso en mente, hoy hacemos una nueva alianza contigo y nos tomamos de tu mano.

Señor, si tú con nosotros, entonces podemos conquistar el próximo nivel de nuestras vidas, podemos crecer, podemos aprender habilidades nuevas, podemos vencer pandemias, podemos vencer dificultades, podemos vencer distancias, podemos lograr avanzar, aún a pesar de las dificultades, Dios amado, si tú con nosotros, nada podrá detenernos, hasta vernos, Dios mío cara a cara contigo; te doy las gracias mi Dios y mi Padre.

Bendigo a cada persona que está que por medio de El Devocional  leyendo el mensaje de tu palabra, pidiendo Señor en tu nombre, que ellos tengan la habilidad y capacidad de verte como el Creador de todo, como el mejor aliado y en lugar de exaltar los problemas, exaltar tu bendito nombre, gracias mi Dios.

En el nombre de Jesús de Nazaret oramos. 

Amén y amén.