Habacuc 2:2-3 (NTV) Entonces el Señor me dijo: «Escribe mi respuesta con claridad en tablas, para que un corredor pueda llevar a otros el mensaje sin error. Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el fin, y este se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará.

Cuando tú escribes lo que Dios pone en tu corazón, lo tienes que presentar delante del Él y tienes que ser paciente para esperar, porque ese sueño o anhelo no sucederá en la mañana siguiente, pero dice la Biblia, espéralo por que sin duda vendrá.

Hay una diferencia bien marcada entre los propósitos de año nuevo y deseos que algunas personas que hacen comiéndose 12 uvas, y lo más probable es que hayan pensado en propósitos muy generales, no son claros, no están bien definidos y no cumplen con la regla de este principio que está en Habacuc 2:2.

Por ejemplo, algunos quieren bajar de peso, esto es algo muy general, no dice nada, o esas personas que dicen: “Este año sí voy a aprender inglés” y es algo también muy usual; por otro lado, hay otra base y otros tipos de propósitos, si es algo que Dios te está poniendo en el corazón o que te está mostrando.

La visión que tú presentan en el altar de Dios, lo tienes que hacer en oración, en nuestra iglesia, a algunas personas les ha cambiado la vida por esta práctica, porque llevamos más de 15 años enseñándole a las personas la diferencia entre los propósitos de año nuevo y los deseos de nuestro Dios todopoderoso.

Cuando tú estableces una visón, la haces de manera que apele a lo sobrenatural, es decir, escribes un deseo, que no sea tan fácil de alcanzar, porque si es algo que lo puedas hacer por ti mismo, es simplemente una meta más, no involucra o necesita de Dios, por ejemplo, tú no necesitas a Dios para bajar 20 libras en este año, tu visión debe ser algo que, por más que lo intereses o te esfuerces, sí o sí necesitas de Dios, es algo que necesita una respuesta en lo sobrenatural.

En nuestra iglesia han pasado cosas sobrenaturales, por ejemplo, personas que no podían concebir, personas que la pasaban trabajando para recibir un cheque semanalmente, hasta que, en una de estas enseñanzas, Dios les puso en su corazón “abre tu propia compañía”. Para que tú puedas cumplir ese deseo que tanto anhelas, tienes que ir por lo sobrenatural, algo poderoso, un logro que transformará tu existir.

ORACIÓN

Padre Celestial, gracias por revelarnos tu voluntad y ayudarnos a caminar con propósito. Permite que el don de la visión se active y se despierte en nosotros, porque para lo que nosotros es imposible, para ti sí es posible.

En el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén. 

¡Bendiciones!