1 Corintios 9:20 (NTV) Cuando estaba con los judíos, vivía como un judío para llevar a los judíos a Cristo. Cuando estaba con los que siguen la ley judía, yo también vivía bajo esa ley. A pesar de que no estoy sujeto a la ley, me sujetaba a ella para poder llevar a Cristo a los que están bajo la ley. 

Esta es una habilidad que deberías aprender a desarrollar, la que el apóstol Pablo tenía o desarrolló a través del Espíritu Santo, él se adaptó a las condiciones o características de las personas que lo rodeaban o a las que quería llegar.

Él era una persona moldeable, manejable y adaptable, era un camaleón espiritual y esto es algo que tú debes desarrollar, no solo como individuo, sino también como iglesia. Antes, las iglesias esperaban con su rigidez doctrinal que las personas se adaptarán a ellas, a sus doctrinas y en la Biblia vemos que el que se adaptaba era el más maduro. 

La iglesia actualmente y cada uno de nosotros debe tener esa capacidad de adaptarnos a las personas que queremos ganar, sin participar ni practicar las inmoralidades que la sociedad práctica, no es necesario hacerlo.

¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo nos convertimos en un camaleón espiritual? Por ejemplo, en nuestra misma casa tenemos jóvenes que tenemos que ganar para Cristo, es triste ver como en muchos hogares ellos no quieren seguir las creencias de sus padres, no quieren asistir a la iglesia a la que sus padres asisten.

Te has preguntado cuál es la razón, porque no hemos ganado a esos niños y para hacerlo tienes que aprender a ser un camaleón espiritual, entenderlos, no juzgarlos, ni criticarlos, adaptarme a ellos, esto no quiere decir que tú debes aprobar sus malas conductas o solapar sus pecados. Debes tener la capacidad de influenciarlos, de brillar en medio de ellos. 

Es triste y lamentable cuando ellos se integran a una iglesia y dejan atrás el tipo de vida que tenían, se desconectan y dejan de hablarle a las personas que antes conocían y esa no es la idea de Cristo, Él quiere que nos llevemos a los otros y no dejamos otros atrás.

No es para eso que se enciende a una persona, cuando hacemos brillar una persona es para que vaya y encienda a los demás y los logre también encender para ganarlos, esa es la capacidad que tenía el apóstol Pablo de convertirse en un camaleón espiritual.

Querido, la invitación de parte de Dios es: necesito más Pablos, más camaleones espirituales, para que se metan en el lugar donde laboran y puedan brillar, sin obligarlos a hacer ningún cambio, solamente resplandecer en medio de ellos para que puedan vivir con la paz que nosotros tenemos y puedan tener este gozo que hay en nosotros y que te pregunten qué es lo que tú haces para estar así de feliz.

Ese es el trabajo que el Señor nos dejó a cada uno de nosotros, convertirnos en un camaleón espiritual de nuestra época, desarrollar la habilidad que tenía el apóstol Pablo. Tienes que aprender a vivir como los demás para poder ganarlos para el Señor Jesucristo y que puedan recibir la paz que hay en nosotros.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, hoy te damos las gracias porque continuamente hablas en nuestras vidas y hoy nos dices que desarrollamos esta habilidad del apóstol Pablo.

Esa habilidad de influenciar a los demás, sin forzarlos ni obligarlos a hacer un solo cambio, sino que con el ejemplo ellos sean inspirados a creer lo mismo que nosotros creemos, a vivir la vida de la manera que nosotros la vivimos.

Te damos gracias por encender nuestra luz y ponernos a brillar, transformando nuestras vidas y la capacidad que nos das de llegar a los demás y a las personas a nuestro alrededor que podemos influenciar para su bien.

En el nombre de Jesús.

Amén y amén.

¡Bendiciones!