El día de hoy, quiero hablarles bajo el título Un corazón lleno de paz. Y eso, eso es lo que precisamente tenía el Señor Jesucristo, un corazón lleno de paz.

¿Cómo lo logró? Vamos a analizarlo porque yo lo que quiero es que tú puedas desarrollar en tu vida es un corazón lleno de paz; de nada sirve tener tantos logros, tantos alcances, tantos reconocimientos, si tu corazón no está lleno de paz, si tu corazón está atribulado, atormentado continuamente, si estás continuamente insatisfecho. 

Mira, el corazón de Jesús era puro y miles adoraban al Salvador, pero Él se contentaba con una vida sencilla; la gente lo buscaba en cantidades, miles de personas lo seguían, miles de personas conocían de su fama y Él, sin embargo, estaba tranquilo se contentaba con una vida sencilla. 

Las mujeres lo cuidaban, pero nunca se le acusó de tener pensamientos lujuriosos hacia las mujeres. Tiene un corazón lleno de paz, un corazón en el cual no existía pecado, no existía pensamiento maligno alguno. Fui menospreciado por su propia creación, pero estaba dispuesto a perdonarlos aún antes de que las personas pidieran perdón.

Los perdonó porque tenía un corazón lleno de paz. Pedro, quien anduvo con Jesús por tres años y medio, lo describió como un cordero sin mancha y sin contaminación. Así dijo Pedro de Él, en 1 Pedro 1:19, ‘sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha’. Lo conoció muy de cerca, tres años y medio estuvo con Él.

El corazón de Jesús tenía paz, los discípulos se inquietaron por la necesidad de alimentar a miles, pero Jesús no se inquietó; más bien, Él dio gracias a Dios por el problema y partió el pan y fue multiplicado, y todos fueron saciados y hasta sobró.

Los discípulos gritaron atemorizados en la tormenta Pero Jesús ¡no! Dormía tranquilamente, tenía el corazón lleno de paz. Pedro sacó la espada para combatir a los soldados, pero Jesús no, el corazón de Jesús, estaba en continua paz, tranquilidad. Jesús, tenía un corazón, el cual se caracterizaba por la paz y la tranquilidad, y por eso el libro de Santiago 3:17 dice, ‘Sin embargo, la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera.’

Hoy pido a Dios, que los corazones de ustedes estén llenos de paz y que puedan manifestar esta misma madurez y sabiduría que el Señor Jesucristo; mira podía tener todo el dinero que quisiera a su alcance, le rodeaban mujeres, le rodeaba la fama, tenía gente dispuesta a morir por Él y con todo y ello, nunca se le elevo el ego o el orgullo. Vivía sencillamente, tranquilamente, con un corazón puro, sin hipocresía, sin pensar mal de los demás.

¿Cuántas ocasiones las personas andan por ahí, buscando esta paz que tenía el Señor Jesucristo Por medio de dinero? y luego logran dinero y lo tienen y se dan cuenta de que tienen paz, que sus pensamientos no les permiten dormir, que sus pensamientos continuamente les trae remordimiento de conciencia.

Regularmente, cuando falta paz en el corazón, es por la ausencia del Espíritu de Dios en nuestro interior.

Y si eso está pasando en tu vida, hoy te invito a analizar y a preguntarte ¿cómo está tu relación con Dios? ¿Cómo está tu relación con el Creador? Vamos a orar y a pedirle a nuestro Creador y Salvador que ese mismo corazón que estaba en Él, pueda ver en nosotros y que esté lleno de paz y de sabiduría celestial.

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, hoy quiero darte las gracias por la oportunidad que nos has dado de compartir tu Palabra y meditar en ella, Señor. Cuando hablamos de un corazón lleno de paz, podemos ver el modelo que el Señor Jesucristo dejó aquí en la tierra, la manera en que caminó, personas que caminaron con Él por tres años y medio y testificaron y dijeron que era un cordero sin mancha y sin contaminación; en él no había pecado, en Él no había pensamientos malignos.

Mi Dios, te queremos pedir que en nuestro corazón alcance esa madurez, que nuestro corazón pueda de alguna manera tener esa misma paz, estar lleno de esa misma paz, Señor. Porque esa paz no nos la puede otorgar el dinero, ni la fama, ni el reconocimiento, ni los logros. 

Nada nos puede entregar esa paz, Señor, solamente la sabiduría que viene de lo alto. Y hoy, mi Dios, hoy clamamos para que nuestros corazones sean llenos de sabiduría, para que nuestros corazones puedan tener esa misma paz, que en medio de los problemas podamos dar gracias, que en medio de las dificultades podamos estar tranquilos de que Tú estás en control, que en medio de nuestros logros, triunfos y victorias te reconozcamos a ti sabiendo que eres Tú el que lo haces por nosotros. 

Señor amado, gracias por cada persona que está que por medio de El Devocional están leyendo el mensaje de tu palabra. Hoy los bendigo y los entrego en tus manos.

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.