Hebreos 11:6 (NTV) De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que Él existe y que Él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.

Abraham alcanzó con Dios una relación invisible, en su caminar con el Señor, desarrolló la capacidad de creer en Él a pesar de cualquier circunstancia, aunque para ese momento Dios era invisible para Abraham.

Pero él desarrolló esa capacidad de creerle todo lo que el Señor le decía, incluso aceptó que Dios le tenía grandes planes para su vida, fue tan así su fe, que cuando se le pidió que sacrificara a su hijo, Isaac, él no se encogió de temor, estuvo dispuesto a obedecer, porque confiaba que Dios le tenía un plan mayor.

Tenía esa capacidad de creer y confiar en el Señor a pesar de sus dificultades inmediatas o de los obstáculos que estaban enfrente de él, sabía que los planes para él eran mucho más grandes que cualquier adversidad, aunque no podía ver al Dios que se lo prometió.

Queridos, nosotros también estamos llamados a desarrollar esta relación invisible con Dios, creyendo que Él tiene planes muy grandes para nuestras vidas, este plan es más grande que el obstáculo que estamos enfrentando en estos momentos.

Por esa razón dice la Biblia que, el que se acerca a Dios, debe de creer que Él existe y debe también creer que el Señor recompensa aquel que se acerca y es fiel.

El problema de nuestros fracasos o nuestros estancamientos bien sea en la economía, en la salud, en la familia, en el trabajo o en donde sea, no radica en las dificultades que se nos atraviesan, el verdadero problema nace en que nuestra relación con Dios, no la hemos desarrollado al nivel que Abraham lo hizo.

Por eso hoy quiero desafiarte a creer como Abraham, creer que Dios tiene un plan más grande de lo que nos imaginamos, que el Señor es todopoderoso es capaz de hacer lo que sea y que para Él no hay absolutamente nada imposible, no hay algo que Dios no pueda hacer.

Quiero que te tomes un tiempo para pensar y analizar si existe algo que Él no pudiera hacer. Debes creer en que Dios tiene un plan muy grande para tu vida, que Él es capaz de hacer lo que sea y empieza a hacer crecer tu relación invisible con Él, obedeciendo todo lo que te pide.

La tarea que le dejó Dios a Abraham, te la quiero dejar a ti; empieza a llevar una vida impecable delante del Señor, no te engañes más, a Él no podemos ocultarle nada, Él sabe todo lo que hacemos y cuáles son nuestras verdaderas necesidades.

Camina delante del Señor y desarrolla esta relación invisible con Él, desde tú espiritualidad, teniendo presente que no lo puedes engañar.

ORACIÓN 

Padre Celestial, en el nombre de Jesús, te damos las gracias por la oportunidad que nos das de acercarnos a ti a través de tú palabra.

Señor, cada que nos alimentamos de tu palabra, se nutre nuestro corazón y el espíritu. 

Mi Dios, estamos dispuestos a desarrollar esa relación invisible, no aceptamos el estancamiento, no Señor, queremos seguir creciendo, teniendo la misma capacidad que tuvo Abraham, porque nosotros sabemos que Tú tienes cosas más grandes para nosotros.

En el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!