Juan 11:25 (NTV) Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aún después de haber muerto.

“Vida después de la muerte”, es una frase que trae esperanza, consuelo y confianza para todos los que reciben y creen en este mensaje, he notado que muchas personas cuando no tienen salud mental o no tienen paz interior, una de las bases es porque no conocen el futuro o están angustiados por no saber qué es lo que va a pasar cuando se acabe su ciclo de vida.

Esa angustia les provoca poca paz mental y poca tranquilidad, y Jesucristo viene y nos da una esperanza contundente: “El que cree en mí vivirá aún después de haber muerto”, esta afirmación es la que nos da mucha paz, para lo que creemos firmemente en Él.

Muchos se cuestionan qué tan confiables son estas palabras, porque nadie ha partido para venir a decirnos si es verdad o no, y bueno, por eso nosotros lo llamamos fe, porque creemos en lo que no vemos.

Sin embargo, muchas personas siguen cuestionando qué tan confiables son las Palabras de Jesús, por ejemplo, su Palabra dice que, en el final de los tiempos veríamos guerras y rumores de guerras, y yo te pregunto a ti, ¿no lo estamos viendo hoy en día? 

Por eso es que, cuando Jesús nos dice unas palabras y vemos que sucede delante de nuestros mismos ojos, debemos de saber que lo que Él nos dice es para confiar y creer, por ejemplo, en otra ocasión dijo que, el final de los tiempos sería muy parecido al tiempo de Sodoma y Gomorra, donde la gente iba a estar viviendo desenfrenadamente y serían apáticos a las cosas de Dios, no les interesa el estar cerca de Él y sus enseñanzas y eso es exactamente lo que está sucediendo actualmente.

Por eso es por lo que debemos confiar en esta palabra tan poderosa: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aún después de haber muerto.”

Esta es una afirmación contundente que Jesús dijo, por eso es que la Biblia habla de la primera muerte que todos vamos a enfrentar, la del cuerpo, todos los seres humanos la experimentamos, pero no pasamos la segunda muerte, después de resucitar e ir a la morada celestial que Jesús construyó para todos los que creemos en Él.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús te damos las gracias por esta esperanza que nos das y nos infundes en el día de hoy, tus palabras son verdad, ciertas.

Hoy determinamos creer que, cuando enfrentemos la primera muerte, viviremos en ti y en nuestra nueva morada. 

En el nombre de Jesús.

Amén y amén.

¡Bendiciones!