¿Sabías que la Biblia nos recomienda, por medio de la sabiduría de Salomón, ser cuidadosos al elegir nuestras batallas? Salomón, considerado uno de los hombres más sabios que han pisado la tierra, obviamente después de Jesucristo, nos ofrece una lección importante sobre cómo tomar decisiones que determinarán nuestras vidas.

Él destaca el valor de los buenos consejos a la hora de decidir algo importante. Una decisión significativa no puede tomarse a la ligera ni simplemente por intuición; debe estar acompañada de consejo. Necesitamos rodearnos de personas a quienes podamos plantear las situaciones que enfrentamos. Sin embargo, es común cometer errores al buscar consejo, especialmente al consultarlo con personas que no han logrado lo que nosotros deseamos alcanzar.

Si vas a pedir un consejo, asegúrate de que sea alguien que haya construido, que tenga logros y experiencia en el área que deseas explorar. Un error frecuente es pedir consejos a familiares que, en algunos casos, ni siquiera han logrado nada 0o no desean nuestro éxito. Esto solo nos deja desmotivados, expuestos a escuchar todas las formas en que nuestro sueño “no será posible”. Hay quienes se especializan en arruinar sueños y en apagar la fe.

Todos tenemos batallas, y es esencial saber en cuál de ellas invertir nuestras energías. Por ejemplo, si alguien desea establecer una empresa de limpieza, debe entender que es una batalla. No será sencillo; habrá que tocar puertas, ofrecer precios competitivos para ganar contratos y superar a la competencia. Antes de lanzarse, esa persona debe preguntarse si está preparada para ganar esa batalla, si tiene la capacidad y los recursos necesarios para triunfar. Muchos eligen guerras sin tener experiencia, apoyo o conocimientos en el área.

El matrimonio es otra gran batalla que exige preparación. No es solo unir sueños individuales; es aprender a soñar juntos. Casarse requiere estar dispuesto a luchar y a ceder la individualidad. El Señor Jesucristo nos recuerda que nadie construye sin primero sentarse a medir y planificar los recursos.

La Biblia nos enseña en Proverbios 20:18: “Con buenos consejos los planes tienen éxito; no entres en guerra sin consejos sabios”. Así que elige bien tus guerras, planifica, mide tus capacidades y busca el consejo adecuado. Si deseas asegurar la victoria, rodéate de personas capaces de aconsejarte y ayudarte a conquistar.

Al buscar consejo de alguien que haya logrado lo que deseas alcanzar, recuerda que esas personas no siempre son accesibles fácilmente. Para obtener su tiempo y sus consejos, deberás estar dispuesto a aportarles algo valioso a cambio. No se trata solo de dinero; con frecuencia, implica ofrecer apoyo genuino o contribuir de alguna forma a sus vidas. Pregúntate: “¿Qué puedo dar a cambio?” Solo así podrás ganar su disposición a aconsejarte.

Recuerda estas dos cosas: Elige sabiamente tus guerras y rodéate de personas que puedan aconsejarte para conquistarlas.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos las gracias porque tu Palabra nos guía y es nuestro alimento más nutritivo. Hoy nos enseñas que no debemos aceptar cualquier guerra que toque nuestra puerta; debemos saber elegir en qué batallas entrar y medir si tenemos lo necesario para ganar y salir victoriosos. También nos muestras la importancia de rodearnos de personas sabias, consejeros que nos ayuden a conquistar y alcanzar la victoria.

Dios, pongo en tus manos a cada persona que participa de este devocional, especialmente a aquellos que escuchan el llamado a una nueva batalla. Dales la sabiduría para medir sus recursos y elegir las guerras que pueden ganar. Rodéalos de consejeros sabios, y líbralos de aquellos que matan sueños y acaban con las esperanzas.

Gracias, Señor, por escucharnos, por estar con nosotros y por llenarnos de tu presencia. Oramos en el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén.