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Una Señal Celestial

El Devocional: Jesús Sana Mi Corazón

 

Juan 12:40 (NTV) El Señor les ha cegado los ojos y les ha endurecido el corazón, para que sus ojos no puedan ver y su corazón no pueda entender y ellos no puedan volver a mí para que yo los sane.

 

En esta ocasión, el Señor Jesucristo está hablando de la incredulidad de los fariseos, estos personajes que por mucho tiempo se opusieron al mensaje del Señor. Más que rivales fueron personas que, como la misma Biblia decía, ni hacían ni dejaban hacer.

 

Es decir, ellos frenaban todo lo que Jesús estaba anunciando, se ponían como obstáculo entre el mensaje de Él y las personas, ellos no querían que el Señor llegara a la gente. 

 

Así que los fariseos fueron incrédulos, se opusieron a Jesús, pero la razón era una y estaba profetizado en la Palabra y Jesucristo dijo que sus ojos estaban cegados y su corazón endurecido.

 

Saben algo, el objetivo de este devocional no es la actitud de los fariseos hacia Jesús, lo realmente importante es saber y conocer que el único que puede sanar el corazón es el Señor y Él lo dijo de manera clara: “…ellos no puedan volver a mí para que yo los sane.”

 

La sanidad de la que hablaba Jesús no era una física, aunque también podía hacerlo, porque Él sanó a personas ciegas, paralíticas, enfermas, leprosas, etcétera, pero esta sanidad de la que estamos hablando hoy es más poderosa que la sanidad física, es la sanidad del alma, la sanidad del corazón, esa que todos los seres humanos necesitamos. 

 

Desde que nacemos, lo hacemos con altas expectativas, pero en el camino y debido a las circunstancias en las que crecimos, se van creando heridas que quedan por años, algunas personas se las llevan a la tumba.

 

Son muchas las circunstancias que hacen que estas personas tengan sufrimiento, pero no quiero que te enfoques en ese dolor, quiero que sepas que es que el único que puede sanarnos es Dios.

 

La sanidad interior es una realidad, es más fuerte que la sanidad física. En la Biblia están todas las herramientas de la sanidad interior, hay un método bien importante y por eso te pregunto a ti, ¿has sanado todas las heridas de tu alma?, ¿todos los dolores de tu corazón están sanados totalmente? No tienes que responder solo por hacer, esto es un proceso que debes hacer progresivamente.

 

ORACIÓN

 

 

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos las gracias, porque tu Palabra es vida, Señor, y cada que la leemos o la escuchamos nos renueva.

 

Dios, reconocemos que Tú eres el único que tiene la capacidad de sanar y mientras que una persona está endurecida, mientras una persona no esté dispuesta a exponerse, a esta metodología, a todas estas enseñanzas que están en la Biblia, las que Tú nos dejaste, esa persona no va a poder disfrutar de la sanidad y no tendrá una vida en abundancia y llena de bendiciones.

 

Presentamos todos esos dolores que no nos permiten sanar nuestro corazón, ayúdanos para que nuestro corazón deje de sangrar en secreto.

 

En el nombre de Jesús.

 

Amén y amén.

 

¡Bendiciones!

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