El sermón del monte, un lugar alto, donde Jesús buscó sentarse en la posición que Él encontró más correcta para poder hablarle a todos y que su voz pueda ser escuchada por todos los discípulos, que no son solamente doce, pero Él tenía muchos discípulos que lo seguían, incluso llegaron a ser más de 5.000 que fueron alimentados y todos eran discípulos, puesto que estaban siendo enseñados, porque al final eso es lo que significa ser discípulo, uno que aprende y sigue al maestro.

Una de las cosas más importantes de este acontecimiento, es que todos los discípulos dejaron sus oficios, sus profesiones, dejaron sus familias, ocupaciones y las tareas las dejaron a un lado en segundo plano, pues tenían a un gran maestro en aquella época y tenían la oportunidad de aprender de Él, sentarse, escucharlo y desarrollar el arte de aprender.

Aprender es un arte, algo que nosotros desarrollamos, buscamos intencionalmente hacerlo y por eso pregúntate, ¿cuándo fue la última vez que abriste tu biblia?, ¿cuándo abriste una libreta y escribiste lo que Dios te habla o te decía en su palabra?, ¿Cuándo fue la última vez que con tanta sed y pasión te sentaste como lo hicieron estos discípulos en su época, escuchar y hablar con Jesús?, escucha las palabras de Jesús, estar atento a su enseñanza para ver qué es lo que Él te quiere hablar y decir, es tiempo de hacerlo, es importante que te abras al arte de aprender.

Actualmente, el ser humano tiene una gran ventaja con aquellos discípulos de hace 2.000 años no tenían, ellos para escuchar la palabra de Jesús tenían que buscarlo donde estuviera, dejando su propio hogar para llegar hasta donde Él estaba y abrirse camino en medio de una multitud, pero actualmente nosotros tenemos su palabra en la Biblia, está al abrir un libro que ha sido el más vendido de toda la historia de este planeta y también está al alcance de tu celular a través del internet.

Es importante desarrollar el arte de aprender, estamos en épocas en donde el conocimiento abunda en los celulares, con el internet es posible encontrar todo tipo de conocimiento desde cómo hacer una receta de cocina hasta construir un gran edificio, pero nunca habrá conocimiento mayor, grande, profundo, impactante y transformador para una vida, que el conocimiento que se encuentra en la Biblia.

La Biblia no habla como edificar un edificio, pero si habla como edificar una persona, como construir un individuo, un matrimonio, una familia, las siguientes generaciones, también se podrá encontrar cómo manejar las finanzas, la salud, todo el conocimiento milenario está ahí, es un conocimiento de sabiduría que hasta hace 100 años estuvo oculto por la iglesia más predominante a nivel mundial que era la iglesia católica, y solo podía ser leída en latín porque no permitían que fuera traducida a otro idioma, pero este conocimiento se abrió para todo el mundo.

Cada prédica en una iglesia, el pastor es el espíritu de Jesús inspirando a ese predicador amplificando las palabras de Jesús, por eso no faltes a la iglesia, escribe lo que Dios te está hablando en ese momento y comparte con otros lo mismo que tú aprendiste ese es el arte de aprender.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, quiero darte las gracias por la oportunidad de escuchar tu palabra y aprenderla, mostrarme en ella, señor, la sed con la se acercaban las personas en la época en la que tú viniste a esta tierra.

Una sed que cada vez se va disminuyendo, señor, donde cada vez vemos menos personas interesadas en aprender de ti, en escuchar de tu palabra, pero mi Dios, he reflexionado cuán importante es desarrollar el arte de aprender y no solamente aprender cualquier cosa, sino aprender de tu palabra.

Dios amado, quiero pedir que cada ser humano que lea tu palabra, desarrollen este arte, cargar una libreta y escriban lo que tú les hablas, abrir la biblia, asistir a la iglesia, registrase a todos los cursos de tu palabra que sea posible y que ellos compartan ese mismo conocimiento a los demás.

Te doy gracias, señor en el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!