𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳:EL PRINCIPIO DE LA UNIDAD

Colosenses 3:13 NTV

Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.

Este principio se aplica en cualquier área que lo queramos utilizar, desde un hogar, una familia cuando se separan, cuando se destruyen, cuando queda un hogar sin uno de los dos padres.

La razón principal es porque, no supieron aplicar el principio de la unidad; y la unidad no solamente se requiere para la familia, se requiere en el mismo trabajo, si una compañía, una empresa quiere crecer, salir adelante, producir, es necesario que primero cree dentro de la organización equipos que trabajen en unidad.

Si queremos que una iglesia avance, si queremos que una iglesia prospere, gane terreno, gane más almas, sea atractiva y empiece a atraer a más y cada vez más personas, más almas para Cristo. Entonces necesitamos aplicar el principio de la unidad, crear equipos que trabajen en un solo sentir, como llama la Palabra de Dios.

Así que, el principio de la unidad trabaja en todos los aspectos de nuestra vida, y para empezar a hablar o para empezar con el principio de la unidad, tenemos que entender que la unidad no inicia cuando examinamos a los demás, no inicia cuando vemos lo que los demás deberían de cambiar.

El principio de la unidad inicia cuando nos examinamos a nosotros mismos, cuando nos damos cuenta que somos nosotros los que deberíamos cambiar y no de tratar cambiar a los demás.

El peor error que las personas cometen a nivel matrimonio, familia, empresa, organización, iglesia en cualquier área. El peor error que las personas cometen es, pensar y asumir que los demás deberían de ser como yo soy, pensar y asumir que los demás deberían de cambiar y adaptarse a la manera a la que soy yo, y ese es el peor error.

Ese es el principio de la des-unidad, ese es el principio de la destrucción, ¿por qué? Porque continuamente estamos viendo y observando que cambiar en los demás, cómo forzarlos a cambiar, a ser transformados y no amigos; nadie puede forzar a nadie.

El principio de la unidad comienza cuando nosotros, nos damos cuenta que debemos de ser comprensivos con los demás.; cuando entendemos que cada uno tiene un derecho de ser como son, que cada uno tiene su propia historia.

Somos como somos por la influencia de varios factores, el lugar donde nacimos, la sociedad en la que crecimos, también somos como somos por la educación que recibimos, los faltantes que no tuvimos.

Mi biología, también tiene que ver, mi anatomía, mi química, mi personalidad, mi temperamento, son muchos factores que suman para que una persona sea de determinada manera.

Cómo puedo pretender yo cambiar a una persona en un mes, en dos meses, si viene con 20 años de una formación en donde ha habido influencia de diferentes factores, y el peor error que cometen las personas es observar a los demás, examinar a los demás y tratar de cambiar a los demás, cuando es desde nosotros que debería de ser este cambio.

Por esa razón, lo que nos aconseja la Palabra de Dios en Colosenses 3:13 dice: Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. No estoy de acuerdo con absolutamente todas las personas que están a mi alrededor; al ser un pastor, tengo personas alrededor de la radio, tengo compañeros de trabajo, como pastor de una iglesia, tengo personas que me rodean, equipo de trabajo, líderes que están conmigo.

Ninguno de ellos piensa como yo, ni son como yo, los he aceptado como ellos son; soy comprensivo con su forma de ser, entiendo cuando algo les molesta y no pretendo que no les moleste, entiendo cuando están felices y no pretendo que su felicidad se apague o aplastar esa felicidad. Simplemente apliqué la Palabra de Dios que me recomienda y me dice Sean comprensivos con las faltas de los demás.

Entonces, ¿Cuál es el remedio para las discusiones, los conflictos, las peleas? La respuesta es, ser comprensivos. Entiendo que piensas de esa manera, tal vez no lo comparto, pero eso no hace que yo deje de ser tu amigo, eso no hace que no podamos trabajar juntos en equipo.

La próxima vez que piensen en un área que está muy afectada de sus vidas, sea el matrimonio, sean sus finanzas, sea la relación con los hijos, ¿por qué? Porque nuestros hijos crecen y tenemos que dejarlos ser ellos; tenemos que dejarlos ser humanos, y nosotros ser comprensivos como padres.

No hay que pretender a que sean exactamente igual que nosotros porque su entorno fue totalmente diferente; puedo transmitirles valores, puedo enseñarles principios, puedo enseñarles la Biblia y la fe, pero ya ellos sabrán lo que hacen con eso que les enseñé.

Nosotros tenemos que ser comprensivos, para dejarlos ser humanos, porque ellos son un individuo que tiene capacidad de tomar lo que más les conviene y tomar sus propias decisiones y de sus errores nuestros hijos aprenderán y de sus virtudes y aciertos crecerán, ambas cosas jugarán para su bien.

De lo que se trata es de ser comprensivos, en el matrimonio, en la paternidad, con nuestros compañeros de trabajo, con la gente que nos rodea. Vamos a orar y le pedimos a Dios que nos dé paciencia y comprensión para poder transmitírsela a los demás.

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, hoy te quiero dar las gracias por la oportunidad que nos das de estar aquí y compartir la palabra tuya. Señor, hemos aprendido y entendido cuán importante es, que en nosotros esté la virtud de la comprensión y queremos pedir que nos des esa virtud

Queremos que lo incorpores a nuestras vidas como un valor, el ser comprensivos con los demás, el no tratar de cambiarlos a ellos, sino tratar de que ese cambio se efectúe en nosotros.

Y en el primer cambio que deberíamos tomar en nuestras vidas, es entender que cada uno es un legítimo otro, y que tienen su propia historia y que tienen su derecho a pensar y a reaccionar como ellos lo hacen.

Señor, tenemos que ser comprensivos con ellos y trabajar así, de esa manera, en unidad. Dios amado, así te pido que cada uno de las personas que está leyendo El Devocional, mi Dios, que ellos puedan crecer en el principio de la unidad, siendo más comprensivos de lo que ya eran, para que así, les garantices victoria, éxito, triunfo en su matrimonio, en su paternidad, en sus finanzas, en su empresa, en su trabajo, en su organización y en su iglesia.

Los bendecimos en el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳:EL PRINCIPIO DE LA UNIDAD

Posts Recientes

Devocional: Caras Vemos, Corazones No Sabemos

Devocional: Doble Discurso

Devocional: Los Beneficios De Ser Un Hijo Adoptado

𝑫𝒆𝒗𝒐𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂𝒍: El Veneno Del Alma

𝑫𝒆𝒗𝒐𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂𝒍: Descubre Tu Don Divino

Categorias