𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳: EL TIEMPO SE DESVANECE

Salmos 90:12 NTV

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Enséñanos a entender la brevedad de la vida para que crezcamos en sabiduría.

A medida que nosotros vamos creciendo, vamos madurando, vamos envejeciendo. La visión nuestra debería de ser cada vez más clara. La razón por la cual existimos debe ser todavía más firme y más manifiesta en nuestra vida, pero cuando me refiero a la visión, me refiero a la visión celestial, no la visión terrenal.

No me refiero a lo que debes de hacer estando aquí en tierra con tus bienes materiales. No me refiero a lo que tienes que hacer terrenalmente hablando, sino que tu visión de lo celestial debe de mejorar ¿hacia dónde te encaminas? ¿Hacia dónde vas? Porque el tiempo, el tiempo vuela, dice un dicho muy popular “el tiempo se desvanece” y por eso el salmista decía - Enséñanos a entender la brevedad de la vida para que crezcamos en sabiduría.

En algún momento, este gran artista que nosotros conocemos como Miguel Ángel, allá en Italia, cuando murió, se descubrió una libreta donde dejó escrito con un puño de una mano envejecida y temblorosa, un escrito a su aprendiz, en dónde le decía - Dibuja, Antonio, dibuja y no desperdicies el tiempo.

Miguel Ángel, que se estaba despidiendo prácticamente, daba un consejo a su discípulo Antonio. Regularmente las personas de avanzada edad, que te van a dar este consejo y continuamente lo vas a escuchar de las personas ancianas. Aprovecha tu tiempo, porque se desvanece, porque se va. ¡Aprovéchalo al máximo! Sin embargo, recuerda que, tu visión deberá ser más clara, más firme, más contundente, conforme pasa la edad y conforme vas envejeciendo.

Todo lo que hagas y logres hacer aquí en la tierra, pasará, pero lo que hagas por la obra de Dios siempre permanecerá. De hecho, de los escritores de la Biblia, de los grandes hombres de la fe, los conocemos no por los bienes que hicieron, que acumularon, que lograron, no por lo grandiosos que eran, trabajando o haciendo. Los conocemos y sabemos de ellos, por lo que hicieron en nombre de Dios y porque tenían una visión celestial.

A Moisés lo conocemos como el libertador del pueblo de Israel, el que lo sacó de Egipto. A David lo conocemos como el que componía cantos y muchos salmos que fueron escritos por él; el adorador, por eso lo conocemos a David, no lo conocemos por cuanto dinero hizo ni por cuánto oro acumuló. Así con cada uno de los discípulos, no los conocemos por cuántos hijos tuvieron, ni por el legado que dejaron humanamente, o terrenalmente.

Los conocemos por el impacto que tuvieron en la atmósfera espiritual y celestial. Así que, recuerda que el tiempo se desvanece. Este es un llamado de atención para cada uno de ustedes, ¿qué están haciendo? Esto no quiere decir que no deberías de trabajar, ni que deberías hacer un patrimonio y ponerte como meta, dejar algo para tus hijos. No, no quiero transmitir esa mentalidad conformista. Mientras que hacemos eso, al mismo tiempo, nos enfocamos en lo espiritual.

Nehemías, cuando fue a reconstruir las murallas allá en Jerusalén, les decía: - En una mano tienen la pala para construir los muros, y en la otra la espada para pelear. Así que por un lado edificamos, pero por otro lado cuidamos de lo espiritual. Por un lado construimos, nos preocupamos por nuestra descendencia y por nuestros hijos, pero por otro lado tenemos la espada para pelear espiritualmente. Así que si solamente estás haciendo lo terrenal y descuidaste lo celestial, estás desbalanceado y tarde o temprano eso te pasará factura.

Si por el contrario, solamente estás enfocado en lo celestial y nada de lo terrenal. Tarde o temprano también te pasará factura, tendrás escasez y necesidad, pero si por un lado tienes la pala y edificas y por otro lado la espada y peleas por tu visión celestial y espiritual, entonces estarás completamente balanceado. El tiempo se desvanece, el tiempo se escurre, los días pasan, los años se apagan y la vida se acaba.

Lo que venimos realizando debe concretarse mientras aún haya tiempo. Leamos una vez más el libro del Salmo 90-12. Enséñanos a entender la brevedad de la vida para que crezcamos en sabiduría. Qué te parece si oramos a Dios y le decimos Señor, hazme entender lo breve que es la vida. Por más joven que yo sea, por más que tenga 30 o 40 años, hazme entender que solo resta un poco más y ese poco más pasará como la noche al día.

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret. Hoy te doy las gracias, porque nos has venido a enseñar que el tiempo se desvanece, y precisamente eso es lo que hoy queremos pedirte, que nos des sabiduría para manejar nuestro tiempo, para hacer y cumplir con el llamado en cada uno de nosotros. Que por un lado, tengamos en una mano la pala para edificar, construir y realizar nuestra vida y hacer un patrimonio para nuestros hijos.

Pero por otro lado, tener la espada, para pelear las batallas espirituales y poder hacer avanzar el reino de Dios, por medio de esa espada que es tu palabra. Dios amado, enséñanos a entender la brevedad de la vida, como decía el salmista, y ayúdanos, Señor, a administrar nuestro tiempo de forma adecuada, de manera que podamos balancear y no nos inclinemos a un solo lado, porque ambos extremos son totalmente destructivos y enfermizos.

¡Oh mi Dios! Hoy presento en tus manos mi tiempo, y así como cada una de las personas que por medio de El Devocional, están leyendo el mensaje de tu palabra, te presentamos cada uno de nuestros tiempos, pidiéndote que nos ayudes a manejarlos, administrarlos y dándonos sabiduría, para poder lograr el llamado por el cual tú nos mandaste a esta tierra. Señor, gracias. En el nombre de Jesucristo de Nazaret oramos.

Amén y amén.

𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳: EL TIEMPO SE DESVANECE

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