𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳: GRACIA DE DIOS

Job 10:12 NTV

Me diste vida y me mostraste tu amor inagotable, y con tu cuidado preservaste mi vida.

Hoy vamos a hablar acerca de la gracia de Dios. Sé que cuando suena la palabra gracia, las personas de alguna manera ya la encajona en un concepto que cada uno tiene, pero no voy a dar el concepto de gracia. Hoy vamos a ver la gracia en acción. Vamos a ver cómo esa gracia de Dios, se ha puesto en favor de la vida de varias personas y como esta ópera.

Les confieso que la disciplina para mí, no es fácil entenderla, o sea, si la entiendo, pero no es tan fácil vivirla. Yo no soy el hombre más disciplinado ni ordenado. Aunque me cuesta trabajo, entiendo la disciplina. Entiendo a las personas que sí son disciplinadas, que se levantan temprano, que comen en sus tres horarios fijos, pase lo que pase, que se enfocan a hacer ejercicio, a cargar pesas, al gimnasio, ¡caramba! de verdad admiro a esas personas disciplinadas que lo logran.

Yo no soy disciplinado, pero sí entiendo la disciplina, aunque hay algo que es más difícil de entender y eso es la gracia de Dios. David el salmista se convierte en David el mujeriego, en aquella persona que es atraído por las mujeres, pero la gracia de Dios lo vuelve a convertir en David el salmista, el cantor, el adorador.

Pedro, negó a Cristo antes de predicar de Él, y eso es la gracia de Dios. Zaqueo, el ladrón, ¿cuál era la parte más limpia de Zaqueo? Algunos, en forma de burla, dicen que la parte más limpia de Zaqueo, era el dinero que lavaba, porque en realidad era un ladrón. Sin embargo, Dios le visita, y tuvo tiempo para él. Una vez más, la gracia en acción.

¿Qué me dicen del ladrón en la cruz? Condenado al infierno, un ladrón que fue rechazado por la sociedad, que no tuvo la misma oportunidad que los pudientes de aquella época y que estaba ya destinado a ir al infierno, colgado para morir en solamente minutos al lado de Jesús. Sin embargo, por la gracia en acción, fue destinado al cielo sonriente en la misma noche que Jesucristo iba a estar con él. La gracia en acción.

Y así podríamos tener relato tras relato, les podría hablar de cada uno de los personajes, hablar de Moisés, el asesino, el que mató a un egipcio, pero ese asesino, por la gracia de Dios, se convirtió en el libertador heroico del pueblo de Israel. A veces nos llevamos varias sorpresas y la gente también se sorprende, porque la gracia no la logran entender. En ocasiones medimos según nuestro propio criterio, pero el criterio de Dios es amor.

En algún momento ustedes no se sienten dignos de acercarse a Él, de decirle Dios, te necesito, necesito de ti, pero saben su infinita gracia, su gracia puesta en acción sobre nuestras vidas, nos permite acercarnos a Él. Y lo que el diablo quiere es que tú te alejes de tu Creador, pensando en que no eres digno, pensando en que no te va a recibir, pensando que eres más sucio que Zaqueo, pensando que eres más pecador que David, haciéndote pensar el diablo, que eres más asesino que Moisés, que eres más cobarde que Pedro cuando lo negó.

Hoy la invitación para todos ustedes es a encontrar la gracia de Dios, que la gracia de Dios sea puesta en acción sobre sus vidas. Que cuando se levanten en las mañanas sepan, que es una nueva oportunidad para estar cerca de Él. Parecería que Dios está buscando más bien a las personas que cometen errores, parecería que Dios está buscando a las personas que fallan.

Te reto a que encuentres un alma que se acercó a Dios buscando gracia y que no la hallará,¿quién fue? No hay en la Biblia, una persona que se acercó a Dios y le haya rechazado. Porque es más, esa mujer que vino y le dijo Señor, - Mi hija está siendo atormentada. Y cuando Jesucristo da la vuelta, porque tantos gritos daba esta mujer le dice -Mujer yo no he venido sino para los hijos de la casa de Israel. Y la mujer le dice - Sí señor, pero aún los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.

Y aunque esta mujer, en un principio había sido rechazada por Jesús. Esta mujer estaba buscando la gracia de Dios y aunque no la merecía, Jesucristo le dijo -Tu hija ha sido sanada, no he encontrado mayor fe. Y hermanos, hoy yo les invito a que busquen la gracia de Dios, que la gracia de Dios esté en acción sobre su vida. Job lo dijo de la siguiente manera capítulo 10 y versículo 12. Me diste vida y me mostraste tu amor inagotable, y con tu cuidado preservaste mi vida.

La gracia de Dios, puesta en acción sobre nuestra vida, puede más que nuestros talentos y habilidades. A veces buscamos ser exitosos, ser talentosos, tener ciertas habilidades, aprender nuevas herramientas, pero no buscamos la gracia de Dios. Y he descubierto conforme leo la Biblia, que por más que alguien se esfuerce en ser fuerte, en ser habilidoso, en tener ciertas herramientas.

Por más que alguien se esfuerce a hacer eso sin la gracia de Dios no hacemos nada.

Muchos hijos de Isaí eran calificados, eran fuertes, tenían todas las condiciones y cualidades de grandes líderes y no fueron escogidos por Dios, pero la gracia puesta sobre David pudo derrotar a un gigante, porque puede más la gracia de Dios, esa gracia es a la que nos abre puertas. Porque es la gracia la que derrumba gigantes, es la gracia la que nos permite seguir avanzando, es la gracia la que nos abre caminos, es la gracia que hace caer la lluvia en medio de un desierto, es la gracia que permite que tú puedas continuar adelante.

Deja de buscar aquellas cosas a las que le pones tanto empeño como el dinero, la búsqueda de una habilidad nueva, de sobresalir en alguna área, salir por medio de la vanidad de tu cuerpo, de tu talento, deja de perseguirlo de esa manera. Persigue la gracia de Dios. Busca la gracia de Dios, porque la gracia de Dios puesta en acción, Él nunca se la niega.

Aún el hombre más sucio como Zaqueo, encontró la gracia de Dios, porque lo buscó, se subió a un árbol, porque aunque era bajo de estatura, le gritó y le dijo - ¡Señor hijo de David! Y encontró la gracia de Dios.

No hay una persona que haya buscado con tanto anhelo la gracia y no la haya encontrado, esa persona que la busca, la recibe. Por eso yo te invito a que mientras vas manejando, vienes de tu trabajo, de donde te dirijas, le digas -Señor, necesito de tu gracia, necesito de tu favor, necesito de tu cuidado, necesito de ti. Y te vas a dar cuenta como Dios te da la gracia para lograr aquello que tanto anhelabas, aquello que tanto deseabas. Creo que es momento de pedir por medio de la oración la gracia de nuestro Creador.

ORACIÓN

Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, queremos agradecerte por la vida, porque tú nos has guardado, nos has cuidado y nos has protegido. Señor, así como decía Job en aquella ocasión, cuando hablaba, clamaba y él decía - Señor, me has dado vida y misericordia, has guardado y cuidado de mi espíritu. Hoy Señor, de esa misma manera nos dirigimos a ti para decirte gracias, gracias porque sin ti, Señor, no pudiéramos llegar a ningún lugar, no podríamos hacer nada.

Dios, muchas veces nos empeñamos en buscar con todas nuestras fuerzas al dinero y perseguirlo, perseguir los sueños de comprar una casa, un auto, adquirir nuevas habilidades, nuevos talentos, destacar, sobresalir. Buscamos con tanta fuerza por medio de la vanidad, ser admirados, ser reconocidos y ponemos todo nuestro empeño en esas cosas que lo único que hacen es alimentar nuestro ego, nuestro orgullo, nuestros vacíos, nuestros faltantes en el corazón. Y dejamos de perseguir y de buscar la gracia.

Señor, hoy aprendimos que ni una sola persona, ni uno solo fue rechazado por ti, ni uno solo fue echado fuera de los que te buscaron con toda su pasión, con todo su corazón, con toda su fe. Hoy mi Dios, te pedimos gracia para este día. Hoy Señor, queremos que este día sea un día maravilloso. Queremos pedirte que este día sea un día de puertas abiertas. Si tu gracia va con nosotros, Señor, Dios mío, a la persona que nos acerquemos encontrarán un brillo especial en nuestro rostro.

Si tu gracia está en acción en nuestra vida, al trabajo donde vayamos brillaremos, alumbraremos a otros, contagiaremos a otros con alegría, con gozo, con felicidad, con paz. Si tu gracia está con nosotros, tocaremos una puerta y esta se abrirá. Pediremos y hallaremos Señor, buscaremos y encontraremos. ¡Oh mi Dios amado!, que tu gracia esté con nosotros en el día de hoy.

Gracias por este tiempo. Gracias por tu gracia puesta en acción en nuestra vida, porque ella nos hace diferentes. En el nombre de Jesús te damos las gracias.

Amén y amén.

𝑫𝑬𝑽𝑶𝑪𝑰𝑶𝑵𝑨𝑳: GRACIA DE DIOS

Posts Recientes

Devocional: Todo Es Posible

Devocional: La Administración Correcta Del Tiempo

Devocional: Tu Visión En El Altar

Devocional: Caras Vemos, Corazones No Sabemos

Devocional: Doble Discurso

Categorias