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Una Seรฑal Celestial

๐‘ซ๐‘ฌ๐‘ฝ๐‘ถ๐‘ช๐‘ฐ๐‘ถ๐‘ต๐‘จ๐‘ณ: HASTA EL รšLTIMO MOMENTO

Daniel 6:16 NTV
 
Entonces, finalmente el rey ordenó que arrestaran a Daniel y lo arrojaran al foso de los leones. El rey le dijo: «Que tu Dios, a quien sirves tan fielmente, te rescate». 
 
Quiero enseñarte con esto que no deberías de darte en absoluto por vencido, porque siempre Dios tiene su tiempo y ¿sabes? regularmente nos deja esperar hasta el último momento para traer un rescate, por eso es que cuando te encuentras en una situación complicada, difícil, algo que se ha salido del control de tus manos, no deberías de darte por vencido y tienes que aprender a esperar hasta el último momento.
 
Conforme las experiencias que veo en la Biblia, noto y me doy cuenta que las personas recibieron la respuesta de parte de Dios hasta el último momento puedo pensar, por ejemplo, en los judíos que estaban ya a la orilla del mar rojo cuando tenían detrás de ellos a los soldados de Faraón, y fue hasta el último momento que Dios abrió el mar y ellos pudieron caminar por medio de el para encontrar la salvación. 
 
Piensa un poco en Jonás, en el vientre del gran pez, rodeado seguramente de jugos gástricos, de algas marinas que había tragado ese pez, seguramente el olor estaba horrible en el interior del estómago, de ese pez y me imagino desde ahí orando porque la Biblia dice que él oró y me lo imagino orando a Jonás, me imagino que ni siquiera alcanzó a terminar su oración para decir amén, cuando el estómago de ese pez se contrae, siente esos retorcijones y esos deseos de vomitar y lo vomita a la orilla de la playa.

Piensa en Daniel, en el foso de los leones, la perspectiva de Daniel no era tan diferente que la de Jonás, también iba a ser tragado, pero por leones, pero hasta el último momento, ahí, estando en medio de ellos, el Señor apaciguó a los leones y guardó la vida de Daniel. 
 
¿Qué me dices de José? Que sus hermanos lo metieron dentro de una cisterna, dentro de un hueco, un agujero grisáceo seco, donde no había alimento, donde no había agua en medio de un desierto ardiente. Ahí, ahí cuando estuvo a punto de morir, de deshidratación, de desnutrición, ahí Dios permite que pasen unas personas, unos mercaderes, lo encuentran y lo levantan, se lo llevan para venderlo a Egipto, hasta el último momento fue rescatado al borde de la muerte.
 
¿Qué me dices, de todas las historias que están escritas en la Biblia? Todas son historias que están marcadas para nuestra enseñanza o nuestro aprendizaje, un peligro de muerte tras otro del que apenas se escapaban hasta el último momento, aparecía la intervención divina, justo cuando está la soga apretándose en el cuello, justo cuando estás a punto de dar tu último suspiro, justo cuando estás al borde de lo peor, de la ruina, del fracaso justo ahí es cuando el Señor llega en el último momento. 

No solamente es que Dios llega ahí, hasta el último momento, regularmente, cuando nos queremos dar por vencido, cuando ya no soportamos más, ya no aguantamos más, pareciera, parecía que el Creador está midiendo nuestras resistencias, pareciera que el Creador está observando, viendo hasta cuánto aguantamos y por eso yo hoy te digo resiste.
 
Aguanta si te encuentras pasando por un mal momento, si te diagnosticaron una enfermedad, si tu esposo te dijo se acabó nuestro matrimonio, ya no hay más futuro, si en el trabajo te dijeron quedas despedido después de tantos años, no hay retiro, si te dijeron tus hijos mamá, me voy a la perdición, me voy a las drogas, no te des por vencido, no te des por vencida, espera hasta el último momento porque puede venir cerca la intervención divina.

Quiero que sepas que aún el último momento cuenta en las manos de Dios, aún el último momento contó para los judíos que estaban frente al mar, el último momento contó para Jonás, ya dentro del vientre del pez, el último momento contó para Daniel en el foso de los leones, el último momento contó para José en una cisterna y Dios todavía tiene un extra, no solo el último momento, aún si en el último momento no encontraste solución o no encontraste la victoria, con todo y eso, no te des por vencido.
 
La historia de Lázaro, que llevaba muerto ya cuatro días, ahí apareció Dios fuera de la tumba le gritó y le dijo: ¡Lázaro, sal fuera! Dios sigue removiendo piedras, Dios sigue siendo real, Dios sigue amándote con la misma pasión con la que te amó, para entregarse y entregar la vida por ti. 
 
ORACIÓN
 
Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, quiero agradecerte por la oportunidad que nos has dado de estar aquí, Señor, compartiendo tu palabra, leer el libro de Daniel, donde dice: «Que tu Dios, a quien sirves tan fielmente, te rescate». 
 
Esto nos habla y nos dice que el Creador que tú eres, tiene la capacidad y el potencial de llegar aún en nuestro último momento, aún cuando estamos a punto de ser derrotados, cuando estamos a punto de ser vencidos, cuando estamos a punto de abandonar una causa, de abandonar una lucha, una pelea, tú llegas al último momento.

Cada personaje de la Biblia tuvo su último momento Señor, las personas que hoy que por medio de El Devocional están leyendo el mensaje de tu palabra, no son diferentes a los personajes de la Biblia, también tienen situaciones que se les complican, también sufren persecución, también enfrentan divorcios, enfermedades, escasez financiera, falta de trabajo, Señor amado, ellos también tienen que ir a ver a un juez en la corte, negocios que están a punto de cerrarse.
 
Pero hoy les hablas por medio de tu palabra y les dices espera, resiste, aguanta, todavía hay un último momento y el último momento también cuenta y si aún en el último momento, no ves mi mano, espera como esperó Lázaro. 
 
Padre, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, nosotros creemos y confiamos que sigues removiendo piedras, creemos y confiamos que sigues apaciguando leones, que sigues tomando peces, sabemos y creemos que sigues dominando y dominando sobre el mar.
 
Señor amado, tú tienes el control de nuestra vida y que todo lo que juega en nuestra contra, tu eres capaz de detenerlo, tú eres capaz de intervenir, tú eres capaz de poner tu mano poderosa para que esta persona no tropiece y no caiga hasta el último momento, te pido, mi Dios, que esta persona resista, aguante y no se dé por vencido, sino que siga creyendo que eres real y que estás en medio de la situación que él y ella están pasando.
 
Mi padre, hoy te doy las gracias y bendigo a cada persona que está leyendo este devocional y aquella que lo comparte también, multiplica y bendícele Señor en el nombre de Jesucristo de Nazaret, te lo pedimos.
 
Amén y amén. 
 
Si te gustaría registrarte para participar del próximo CAMPAMENTO DE SANIDAD, quiero decirte que estamos a un par de semanas para dar inicio, y te puedes registrar muy fácil enviando un mensaje de texto o un mensaje de WhatsApp al número (6 7 8) 2 0 6- 13 86 diciendo “Yo Quiero” así de fácil quedas registrado, no te pierdas esta gran oportunidad de parte de Dios. 
 
¡Bendiciones!

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